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Mujer tomando ansiolítico

Salud

14 Dic 2022

Son las sustancias más consumidas y con menos percepción del riesgo en esta población

El 56% de los mayores ha tomado ansiolíticos y antidepresivos en el último año

Redacción / Madrid

El 56% de las personas mayores ha tomado ansiolíticos y antidepresivos en el último año, el 64% en el caso de las mujeres, con una edad media de 78,70 años. Además, estas son las sustancias más consumidas y con menos percepción del riesgo en esta población.

Así lo desvela el estudio ‘Personas mayores y adicciones: un diagnóstico de Lares y UNAD, con perspectiva de género’, presentado este martes por UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, y el Grupo Social Lares y cuyo objetivo era realizar una "radiografía y un diagnóstico" sobre la “realidad” que viven estas personas para conocer "cómo les afectan las adicciones" así como "sus necesidades" y trabajar con ellas "de una manera integral” en el abordaje de sus problemáticas, según precisaron ambas entidades en un comunicado.

La muestra del estudio incluye a más de 200 personas mayores de 55 años usuarias de los recursos de atención de la red UNAD y la Fundación Lares con una edad media 79,35 años y con un alto grado de autonomía en las actividades de la vida diaria. El 80% pertenece a entidades Lares y el 20% a UNAD y de ellas el 60% son mujeres, el 21% de las cuales ha sufrido algún tipo de violencia de género por parte de su pareja.

RESULTADOS

En relación con las sustancias, además, el 52% de las personas encuestadas ingirió alcohol y/o tabaco en los últimos 12 meses, una cifra que bajó al 44,8% en el caso de las mujeres. En relación con las sustancias ilegales, el 9,8% consumió alguna o varias de ellas en el último año.

Por otro lado, el 42% jugó y/o apostó en el último año, una cifra que creció hasta el 52,6% en el caso de las mujeres y que se mantuvo en el 47,4% en hombres.

A tenor de los resultados, la investigación muestra “una doble estigmatización” sobre las personas mayores que consumen, por razón de edad y consumo, que “se eleva hasta el triple en el caso de las mujeres”, razón por la cual ellas “llegan más tarde y en peores condiciones” a los recursos de atención.

PROPUESTAS DE MEJORA

En este contexto, UNAD y Lares realizan en su estudio una serie de propuestas para “mejorar” la atención de este colectivo, que incluyen formar a profesionales en envejecimiento y adicciones, crear recursos “específicos y adaptar” los ya existentes desde una “perspectiva integral”, realizar terapias de apoyo psicológico “de mayor duración y frecuencia”, así como crear protocolos para la atención de las entidades y “fomentar el estudio y la investigación en este ámbito, poniendo el foco en las mujeres”.

En paralelo, ambas entidades hacen un llamamiento a las administraciones públicas para que la atención a estas personas “se haga de una manera interdisciplinar” entre profesionales del ámbito de las drogodependencias, la geriatría y la atención primaria y para que se establezcan “circuitos entre los diferentes servicios asistenciales para reflejar así la interseccionalidad del fenómeno social”.

A la luz de estos resultados, el presidente de UNAD, Luciano Poyato, recordó que, “cuando hablamos de mayores y adicciones, es importante poner el foco en normalizar que la población envejece y esto no significa, necesariamente, que determinados consumos desaparezcan de su vida”.

Tras subrayar que, al aumentar la esperanza de vida, la supervivencia de las personas que han sufrido o sufren adicciones también crece, Poyato juzgó “evidente que necesitarán recursos específicos, recursos compartidos con profesionales preparados y concienciados para trabajar con población mayor con algún tipo de adicción”.

En la misma línea, el presidente de Lares, Juan Ignacio Vela, destacó que este diagnóstico “nos aproxima a una realidad que existe y que merece toda nuestra atención”. “Desde Lares y UNAD pretendemos ser pioneros para que otras entidades, junto a nosotros, sigan profundizando e investigando esta problemática para facilitar la comprensión y atención de esta realidad concreta”, sentenció, convencido de que el proyecto “encaja” en el modelo de atención integral y centrado en la persona que la entidad a la que representa lleva desarrollando desde hace años.

En la presentación del estudio también participó la exministra de Asuntos Sociales y presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (SoledadES) Matilde Fernández, quien aseveró que el Estado del Bienestar “debe evolucionar a un modelo cuidador y esto significa que las personas tienen que estar en el centro de cualquier decisión política”.

Por ello, abogó por crear una sociedad comunitaria con políticas transversales e intergeneracionales para abordar los problemas reales de las personas mayores con adicciones e instó a elevar este trabajo a organismos e instituciones y “planificar en la agenda el derecho democrático a que la ciudadanía lo conozca para que cale”.

Este proyecto, que cuenta con financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, es "pionero en aportar una visión real sobre las adiciones más allá de la edad de jubilación", según las entidades que lo impulsan.