Inmaculada Placencia-Porrero trabaja en la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión EuropeaInmaculada Placencia-Porrero trabaja en la Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea y asegura que la cuestión a tratar en esta mesa de debate se encuentra entre los retos estratégicos de futuro por la importancia de la Inteligencia Artificial (IA) en la sociedad y la economía global, de hecho, desde hace años la UE ha desarrollado una línea específica en relación con la IA y se han publicado documentos importantes relacionados con la misma. Según esta experta, “la idea es crear un marco tecnológico, legal, ético y socioeconómico a nivel europeo sobre la IA”, y ese marco jurídico se creará “después de un estudio de impacto socioeconómico y teniendo en cuenta las contribuciones en las consultas públicas a sectores como el de la discapacidad”.
 
A continuación, enumera los retos a afrontar, como son la falta de datos sobre discapacidad, pues la IA suele funcionar con el individuo medio, con un prototipo; los algoritmos deben introducir cuestiones más específicas y, por último, la importancia del interface de usuarios para que las aplicaciones sean accesibles.
 
Izaskun Bilbao, europarlamentaria del PNVTras ella, desde su responsabilidad en la Unión Europea también, Izaskun Bilbao, europarlamentaria del PNV, afirma que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha anunciado una legislación marco para la próxima legislatura y el propio parlamento europeo está trabajando en tres informes sobre IA, uno habla de los aspectos éticos, otro de los jurídicos y otro de la industria. Y apunta, “la IA en el ámbito de la discapacidad tiene sus riesgos, pero también es una gran oportunidad y necesitamos una implicación y un acuerdo con las empresas para el desarrollo responsable de los productos”. 
 
En ese sentido, Alejandro Moledo, del Foro Europeo de Discapacidad (EDF), quiere también aportar una visión positiva, pues asegura que hay tres aspectos en los que la IA tiene un componente provechoso para las personas con discapacidad: “Primero, facilitar la creación de contenido accesible; segundo, la posibilidad de adaptar la interfaz para que se acomode a los requisitos de las personas con discapacidad y tercero, apoyar la vida independiente”. En esta tercera opción pone como ejemplo aplicaciones que ya están en el mercado, como Siri y Alexa.Alejandro Moledo, del Foro Europeo de Discapacidad (EDF)
 
Sin embargo, es casi más necesario alertar de los riesgos que la IA tiene para las personas con discapacidad, y como bien apuntaba Inmaculada Placencia, uno de ellos es la discriminación que se produce al utilizar prototipos basados en un usuario medio; además, Moledo enumera otros riesgos como son: “La accesibilidad de las interfaces; la interoperabilidad con tecnologías de asistencia; la privacidad y seguridad de los usuarios y que sea tecnología asequible y las personas con discapacidad adquieren destreza para el uso de estas tecnologías”.
 
VELOCIDAD Y ÉTICA 
 
Álvaro García Bilbao, Presidente de la Comisión de Envejecimiento Activo del CERMI y representante del Cermi en el Día Mundial de InternetTambién desde el sector de la discapacidad, Álvaro García Bilbao, Presidente de la Comisión de Envejecimiento Activo del CERMI y representante del CERMI en el Día Mundial de Internet, advierte de que “es importante que esta tecnología que va a llegar a todo el mundo incorpore cuestiones éticas y tenga en cuenta a las personas mayores” y asegura que “la IA es una herramienta muy potente que va muy rápida, lo que dificulta la incorporación de sectores sociales como el nuestro, es difícil seguirla y entenderla”, incluso, advierte de “los intereses que hay en ella, porque va a modificar de manera transversal todas las tecnologías”.
 
Mónica Villas, ingeniera, ex ejecutiva de IBM, es fundadora de una organización sin ánimo de lucro llamada Odiseia, un Observatorio del impacto social y ético de la inteligencia artificial. En su intervención respalda el apunte de García Bilbao asegurando que “la IA es una tecnología transversal, es decir, se puede aplicar a cualquier ámbito de nuestras vidas” e introduce, a su vez, una cuestión que todos los participantes finalmente destacan, y es el hecho de que “la discusión ética nos ha pillado un poco tarde”, algo que ocurre porque “la tecnología avanza muy rápida, el cambio es exponencial y el cerebro humano está acostumbrado a cambios lineales, creo que no tanto a cambios exponenciales”. Mónica Villas, ingeniera, ex ejecutiva de IBM
 
Otro dato que también será muy comentado se refiere a la cuestión empresarial o la inversión tecnológica de los países. Según Mónica Villas, el 80% de las empresas que desarrollan IA son americanas y es sector privado casi en su totalidad. En China también se trabaja de manera intensa, pero es un país con ciertas peculiaridades y en Europa “es donde estamos intentando hacerlo bien, poniendo esa ética que comentamos todos”. Comenta además que “tendríamos que incidir en exigencias éticas y no solo para personas con discapacidad y mayores, también para personas que por motivos económicos no tiene acceso a la tecnología”, y entonces hace una referencia a los problemas de algunos que no han podido continuar su actividad durante la pandemia por este motivo.
 
TECNOLOGÍA CON VALOR EUROPEO
 
El moderador de esta mesa, José Manuel González Huesa, director de cermi.es semanal y director general de Servimedia, se interesa por esta cuestión y pregunta si realmente la UE trabaja por una tecnología propia y, sobre todo, marcada por su línea social, a lo que responde Izaskun Bilbao afirmando que “el reto fundamental es lograr un marco jurídico estable, una legislación clara, sencilla, flexible y común para toda la UE y que además incorpore un sistema de evaluación de resultados que pueda detectar los riesgos y corregir las disfunciones”. Y expresa de nuevo la intención que traslada la presidenta europea al afirmar que tenemos que avanzar muchísimo más rápido en la legislación sobre las nuevas tecnologías y “construir una Europa digital y ser líderes en el mundo porque la tecnología que nosotros desarrollamos tiene que ser humana, tiene que defender nuestros valores como sociedad democrática europea”. 
 
Imagen de la mesa telemática Inteligencia Artificial y Derechos Humanos, un paso hacia una agenda digital inclusiva Según sus palabras, hay que seguir construyendo con la participación de la sociedad civil, con las personas con discapacidad y los mayores, pero además “tenemos que cambiar la cultura de los Estados miembros, que esto es lo que nos quita competitividad antes países como EE.UU. o China”, hay que lograr el cumplimiento y el respaldo de este tipo de políticas. Y sentencia, “la IA con valores es lo que da resultado y tenemos la obligación de liderarlo”. 
 
Resulta necesario también, según expresa Inmaculada Placencia y comparten el resto de participantes, “invertir en formación de investigadores y desarrolladores de las industrias que crean los productos y servicios de la IA”. Y en este sentido, se muestra optimista al afirmar que “en investigación europea han aumentado considerablemente los fondos disponibles para la IA un 70%”. Y en cuanto a la apuesta china en esta cuestión de la IA advierte de la necesidad de proteger la privacidad y el uso de los datos. Mónica Villas comparte la visión optimista y explica que en relación con la IA suelen llegar mensajes negativos y hay que extender la idea de que la IA también hace cosas buenas. 
 
Por su parte, Álvaro García Bilbao expresa la necesidad de que la sociedad civil sea exigente y proactiva, “nuestros colectivos tienen que adelantarse y ver las posibilidades que tiene la IA, cómo puede ayudarnos”. Entiende que el sector de los mayores y de las personas con discapacidad pueden quedar al margen si no son capaces de transmitir “nuestra especificidad”. “Nuestros colectivos deben reflexionar y hacer propuestas, acercarse a las administraciones nacional y europeas para colaborar y desarrollar accesibilidad y principios éticos… si confiamos en que sean el mercado o las empresas estamos muy equivocados”, advierte.
 
Alejandro Moledo afirma que una de las maneras de conseguir transmitir esa especificidad es contratar a personas con discapacidad en empresas tecnológicas y comenta las diferencias que hay entre EE.UU. China y la UE asegurando que “en Europa somos una unión mucho más diversa y así hay que trasladarlo”. Entonces, ofrece tres recomendaciones importantes: “Respetar la accesibilidad; contratar a personas con discapacidad y testear y comprobar las aplicaciones con personas lo más diversas posible”.
 
Para finalizar, todos están de acuerdo en insistir en la importancia del marco legislativo, la necesidad de complementarlo con una formación profesional, una formación sólida para los desarrolladores de tecnología, e ir más rápido en la legislación y sobre todo en la firme exigencia a los Estados miembros para que cumplan. Así de contundente lo expresa Inmaculada Placencia: “Tenemos que tener un marco jurídico en el que el no cumplimiento de la legislación tenga consecuencias”. 
 
La celebración de esta mesa se enmarca en el proyecto ‘La Europa de las Personas: una esperanza compartida’, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.

(Pieza publicada en 'cermi.es' 401)