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Florbela

Entrevista

11 Ago 2020

Miguel Ángel Manzanas, traductor y poeta

“La poesía de Espanca se impregna de un carácter muy personal, moderno, independiente y feminista”

Esther Peñas / Madrid

La lírica de la poeta alentajana Florbela Espanca (Vila Viçosa, Portugal, 1894- 1930, Matosinhos) recuerda tanto a la elegancia de la gacela como a la solemnidad del cisne, ambos convocados allí donde muere la tarde a través de versos por momentos exaltados, melancólicos y enloquecidos, mas siempre auténticos. La editorial Dalya ha publicado una Antología de los mismos, y que incluye fragmentos de su Diario, traducidos por Miguel Ángel Manzanas, con quien nos acercamos a una personalidad fascinante e hipnótica.

(...) E é amar-te assim, perdidamente…/ É seres alma e sangue e vida em mim/ É dizê-lo cantando a toda gente!

¿Qué representa Florbela en la literatura portuguesa de principios del XX?

La literatura de Florbela Espanca, si bien viene a insistir en el sentimiento pesimista y trágico tan habitual en la poesía lusa, representa esa misma visión desde un envés netamente femenino, donde los temas de amor, dolor y muerte se impregnan de un carácter muy personal, moderno, independiente y feminista. No hay que olvidar que la biografía de Florbela Espanca es la de una mujer adelantada a su tiempo, y eso se refleja en su obra.

No deja de resultar llamativa la honda –a veces siniestra- huella erótica de sus poemas… ¿qué más destacaría de su estilo?

Sí, el erotismo, visto casi siempre desde una óptica negativa e incluso enfermiza, recorre la mayoría de los poemas de Espanca y se puede afirmar que es la temática principal de su obra. Y la muerte, casi de manera inseparable. También la incapacidad de poseer espiritualmente al otro. Y el miedo a la soledad y a la locura. Formalmente, hablamos de una maestra del soneto, sonetos que llenaba de terminología de fuerte carga semántica y simbólica (“luz”, “sueño”, “noche”, “sombra”, etc.) y de exclamaciones e interrogaciones, hasta rozar, a veces, la exageración.

“Odio la luz y me provoca rabia/ la claridad del sol…” hay versos como estos que parecer presagiar su final…

Sí, la poesía de Espanca está repleta de versos de un pesimismo rotundo y de deseos de muerte, de retales de su penosa autobiografía, que culminan en la ejecución de su suicidio el mismo día en que cumple 36 años. Pero donde quizás se vea más claro este mensaje de despedida es en el breve pero intenso “Diario del último año”, que también está incluido en esta antología, por su condición de confesional y de definitivo: la última entrada está fechada escasos días antes de su muerte. Asistimos, por tanto, a las últimas palabras, a las últimas voluntades, al último legado de la artista.

“Hace mucho dejé mi juventud/ en el convento en paz de la tristeza”… tiene su poesía una raigambre romántica acusada…

Sí, desde luego. Toda su obra, incluso su obra narrativa -de menor extensión y calidad que su poesía- está acusada, como bien indicas, de una postura romántica y decadente en ocasiones recargada y repetitiva. Quizá sea esa rigidez temática y estilística la que separa a la notable Espanca de la excelencia de un Pessoa o de una Sophia de Mello Breyner. En todo caso, en esa desmesura nos podemos encontrar versos de innegable hondura y belleza como esos que mencionas.

A pesar de su corta vida, publicó, además del diario, cuatro libros de poemas que la antología recoge. ¿por cuál siente predilección? 

La obra poética de Espanca, aun presentando ligeras variaciones entre cada libro, es bastante homogénea y está teñida de una pátina similar, tanto temática como estilísticamente. Pero creo que su segundo poemario, “Livro de Sóror Saudade”, es el más depurado, el más conseguido, el más hermoso de todos.

Más que evolución, formal, estilística o temática, su obra parece aquilatar los principios ya aparecidos en su primer poemario, ‘Libro de penas’, no sé si está de acuerdo...

Totalmente de acuerdo con lo que dices. Toda su obra es una obsesión en torno a los mismos temas desde una estructura formal repetida. Hay que tener en cuenta que, a día de hoy, a Florbela Espanca probablemente se le habría diagnosticado una enfermedad mental grave. Se suele hablar de su bipolaridad aunque, tras investigar un poco, bien podría tratarse de un trastorno límite de la personalidad. Quién sabe, puede que su tortuoso cerebro sea la causa de esa repetición insaciable en fondo y forma.

¿Qué es lo que permite que un diario se convierta en una obra literaria?

Diversos factores, supongo. La intencionalidad del autor, desde luego, pues es el que elige la fórmula desde la que se narran esos hechos vitales. Y la capacidad (o no) de conseguir que esos hechos produzcan emociones y evoquen en el lector sentimientos de esos que solemos llamar universales. Y Florbela, en su diario, lo consigue con creces.

¿Por qué ‘la loca de Vila Viçosa’?

Por el más que probable trastorno mental que padecía, y que la condujo a una vida impulsiva, errática y desordenada. Pero también por la poca aceptación que una mujer independiente, desenfadada y artista tenía en el Portugal de su tiempo.

Como en otros casos de poetas, ¿es la vida de Florbela su mejor legado lírico?

No lo creo. A pesar de sus excentricidades, la poesía de Florbela Espanca mantiene su vigencia, y el reconocimiento de su obra es prácticamente unánime. Espero que esta antología que aquí traduzco y presento sirva, aunque sea minímamente, para ampliar el conocimiento de esta autora en nuestra lengua en general y en nuestro país en particular.