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Portada del disco (Moncho Otero)

Entrevista

8 Oct 2020

Antonio de Pinto, músico

“Sigo tirando de intuición e instinto”

Esther Peñas / Madrid

A poco que uno se haya interesado por la canción de autor en los últimos tiempos, el nombre de Antonio de Pinto (Madrid, 1969) le resultará conocido. Veinte años –desde aquel magnífico Tono oscuro- lo sostienen como uno de los músicos más honestos y notables del género. Sus letras mantienen la sencillez de lo bello, y su octavo disco de estudio, Punto de partida, vuelve a demostrarlo. Este trabajo se encuentra estos días en fase de venta anticipada en la plataforma Verkami

Cuando uno con su noveno disco vuelve al punto de partida, ¿qué ha cambiado en su manera de crear y qué ha permanecido inalterable? 

Creo que ha cambiado mucho el contexto, la perspectiva de la edad, cierto aprendizaje o experiencia, pero fundamentalmente sigo tirando de intuición e instinto para arrancar la obra y uso todos los recursos para rematarla. Sigue siendo más importante el bicho que el traje. En cuanto a los textos sigo procurando hacer preguntas más que dar respuestas, no ser aleccionador y mirar para afuera para poderme ver por dentro.

¿Qué hace a este disco distinto?

No tengo el complejo de querer hacer algo muy distinto o revolucionario. Me parece que me muevo en una cuerda clásica. Me gusta hacer melodías claras y textos que cuenten algo concreto con las menores palabras posibles. Lo más difícil me sigue pareciendo hacer algo que parezca sencillo. Es un disco nítido, sin demasiadas vestiduras, con canciones hechas por la calle, que es como me gusta componer para que el instrumento no interfiera.

¿Qué hacer con esas “páginas de más que no añaden nada”?

Vivirlas de la mejor manera posible, porque se suelen ver tiempo después de que aparezcan y luego intentar pasarlas. Creo que todos nos hemos visto en esas por activa o por pasiva. También se puede intentar hacer una canción con ellas.

De nuevo los locos, que entran y salen de tus canciones a lo largo de los años. ¿Qué dosis de locura se requiere para permanecer cuerdo? 

Yo estudio a diario en un cuarto. Intento mejorar todo lo posible y llevo con cierto rigor mi profesión. Cuando alguien me pregunta que a qué me dedico tengo la inevitable sensación de estar chalado. Luego un día me subo al escenario y soy el centro de atención. Soy como esos mendigos que contratan para hacer de Papá Noel en Navidad. Ese día son como dioses, el resto del año son los locos del vecindario. Vamos, que una poca…

Para “estrenar el sol”, ¿qué hace falta?

Valorarlo, echarle coraje y mirarlo de frente. Pensar en todo lo que tenemos que agradecer a otras generaciones y de alguna manera honrarlas. Algunos días, una gorra.

¿De qué cura la música?

Soy obsesivo compulsivo. Hasta que no acabo de hacer algo no descanso. Creo que me ha curado de no obsesionarme con cualquier tontería. Vivo obsesionado con algo que merece la pena.

Si echamos la vista atrás, ¿de qué tema se siente más satisfecho?

Generalmente de temas que no recuerdo ni porqué, ni cómo los hice. Aparecieron ahí por generación espontánea. Me cuesta decirte uno pero cuando hice “de lo bueno lo mejor” tuve la sensación de que por ahí iban los tiros.

¿Qué peaje hay que pagar para dedicarse durante tantos años a la música?

Sólo yo sé lo mucho que he trabajado para seguir siendo un completo desconocido. Te comes algún desprecio y vives con la sensación de habitar en un mundo con los valores al revés. A cambio me dedico a hacer lo que más me gusta.

¿Cuál ha sido el último disco o canción que te ha conmovido?

Sarah Jarosz “Green lights”