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HAmbre

Salud

14 Jul 2020

Casi 200 millones de niños menores de cinco años padecen retrasos en el crecimiento por la malnutrición

2020 terminará con unos 130 millones de nuevos hambrientos, según Naciones Unidas

Servimedia / Madrid

Alrededor de 130 millones de personas pueden caer en el "hambre crónica" en 2020 a causa de la recesión económica causada por la covid-19, según el informe anual sobre el Estado Mundial de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición de Naciones Unidas. El trabajo no analiza todos los efectos del confinamiento y de las restricciones a la movilidad en la producción y distribución de comestibles, pero sí estima el impacto de la recesión económica y advierte que el sistema "será cada vez más ineficiente".

Según este análisis, entre 83 y 132 millones de personas empezarán a sufrir una situación de "hambre crónica" durante 2020 y se sumarán a los casi 700 millones que en 2019 vivían ya en esta circunstancia.

El estudio, que elaboran la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); la Organización Mundial de la Salud (OMS); el Programa Mundial de Alimentos (PMA); la Agencia de la ONU para la Infancia (Unicef), y el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), no incluye datos actualizados de China y otros países asiáticos, con lo que se puede suponer que la cifra real de personas que actualmente pasan hambre es mayor que los 690 millones detectados.

Sin embargo, la principal tendencia se mantiene: tras décadas de avances sostenidos en la reducción del hambre, desde 2014 se aprecia un repunte lento pero continuo.

De hecho, el estudio estima que en 2019 había 10 millones de hambrientos más que en 2018 y 60 millones más que en 2014.

Aunque el porcentaje total de población mundial en inseguridad alimentaria apenas varía (está en el entorno del 8,9%), el número neto aumenta poco a poco, y el objetivo de Naciones Unidas de lograr el 'hambre 0' en 2030 peligra seriamente.

REPARTO REGIONAL

Asia es el continente con mayor número de personas que pasan hambre (381 millones); seguida de África (250 millones) y América Latina y Caribe (48 millones). Sin embargo, la región con más prevalencia de desnutrición crónica es África (19,1%), frente al 8,3% de Asia y al 7,4% de América Latina. De mantenerse la tendencia actual, la mitad de la población hambrienta del mundo vivirá en África en 2030.

Según el informe, más de 3.000 millones de personas en todo el mundo no pueden permitirse una dieta "saludable", concepto que engloba los casos de malnutrición, carencia de vitaminas o proteínas, retrasos en el crecimiento y obesidad y sobrepeso.

En 2019, 191 millones de niños menores de cinco años presentaban un peso o una estatura inferior a la que les correspondería por edad. Esto es, entre un cuarto y un tercio de los menores de cinco años del mundo sufrían retrasos en el crecimiento por falta de nutrientes. en cambio, 38 millones padecían sobrepeso, una situación mucho más extendida entre los adultos.

La investigación incide en el coste de una dieta saludable y demuestra que "supera con mucho el dólar y 90 céntimos al día que marca el umbral de pobreza a escala internacional.

La fruta, las verduras y los alimentos ricos en proteínas -de origen animal y vegetal- son los más caros, y un consumo adecuado, como mínimo, cuesta cinco veces más que esos 1,90 dólares.

En África subsahariana y Asia meridional, el 57% de la población está malnutrida. El estudio también advierte que solucionar estos problemas de malnutrición ahorraría más de un billón de dólares al año a los sistemas sanitarios de todo el mundo.

Por todo ello, las cinco agencias implicadas hicieron un llamamiento a los gobiernos para incluir las consideraciones sobre sostenibilidad y seguridad alimentaria en sus políticas agrarias, con inversiones suficientes y programas alimentarios para los niños.

Además, defendieron una restructuración de la cadena de suministros, a fin de reducir costes en todas las etapas.

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