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Amnistía Internacional

Coronavirus/ Derechos

4 Mayo 2020

La asociación considera que ahora corren aún más peligro en las cárceles por el coronavirus

Amnistía exige la liberación "inmediata" de todos los presos de conciencia del mundo

Servimedia / Madrid

Amnistía Internacional (AI) pidió este lunes "la liberación inmediata e incondicional" de todos los presos y presas de conciencia del mundo, que "ahora corren un mayor peligro a causa de la pandemia de Covid-19". La organización advirtió en un comunicado de que, "a medida que este devastador virus barre el globo, las prisiones pueden convertirse en lugares peligrosos donde contraer la enfermedad".

Según Sauro Scarpelli, director adjunto de Campañas de Amnistía Internacional, "ahora es más importante que nunca que los Estados tomen medidas urgentes para proteger a todas las personas que están entre rejas". "Eso incluye poner en libertad a todas las que están recluidas simplemente por ejercer de forma pacífica sus derechos”, remarcó.

Amnistía Internacional hace campaña activamente por la liberación de unas 150 personas a las que ha adoptado como presas de conciencia. Se trata de ciudadanos que están detenidos en diversas partes del mundo exclusivamente por ejercer de forma pacífica sus derechos humanos, explicó. Sin embargo, reconoció que "es probable que haya miles más".

Entre los casos emblemáticos que defiende Amnistía, se encuentra el de Rubén González, sindicalista venezolano detenido el 29 de noviembre de 2018 tras defender pacíficamente los derechos laborales de quienes trabajan en una empresa minera propiedad del Estado.

La abogada de derechos humanos Nasrin Sotoudeh también es presa de conciencia en Irán. Detenida el 13 de junio de 2018, fue condenada a 38 años y 6 meses de cárcel y 148 latigazos tras dos juicios manifiestamente injustos. Los cargos que se le imputaban están relacionados con su oposición a las leyes sobre el uso forzoso del velo, entre ellos “incitar a la corrupción y la prostitución” y “cometer abiertamente un acto pecaminoso en público sin hiyab”.

Emir-Usein Kuku, otro caso, es un tártaro de Crimea que investigó y denunció violaciones de derechos humanos, incluidas desapariciones forzadas, cometidas durante la actual ocupación rusa de la península de Crimea.

“La detención injustificada de cualquier persona en medio de una pandemia global es cruel y sumamente irresponsable”, concluyó Sauro Scarpelli.