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Humanos pensando

Cambio climático

24 Abr 2020

Las concentraciones podrían llegar a niveles nocivos a finales de siglo, según un estudio

El aumento de CO2 en la atmósfera puede afectar al pensamiento humano

Redacción / Madrid

El incremento de las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera no sólo daña el clima, sino que el aumento de los niveles urbanos y en espacios interiores de ese gas podría reducir la capacidad básica de toma de decisiones y el pensamiento estratégico complejo de los humanos. Así se recoge en un estudio realizado por investigadores de las universidades de Colorado en Boulder y de Pensilvania (Estados Unidos), y publicado en la revista 'GeoHealth'.

Estos científicos pronostican que las personas podrían estar expuestas a niveles de CO2 en espacios interiores de hasta 1.400 partes por millón, más del triple de los niveles exteriores de ahora y mucho más de lo que los seres humanos jamás hayan experimentado.

"Es sorprendente cómo de altos pueden ser los niveles de CO2 en espacios cerrados", apunta Kris Karnauskas, miembro de Instituto Cooperativo para la Investigación en Ciencias Ambientales (Cires) de la Universidad de Colorado en Boulder, y autor principal del estudio, quien añade: "Afecta a todos, desde niños pequeños en las aulas hasta científicos, empresarios y tomadores de decisiones, hasta gente corriente en sus casas y apartamentos".

Shelly Miller, profesora del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Colorado en Boulder y coautora del estudio, agrega que "la ventilación de los edificios generalmente modula los niveles de CO2 en los edificios, pero hay situaciones en las que hay demasiada gente y no hay suficiente aire fresco para diluir el CO2".

Miller subraya que el dióxido de carbono también puede acumularse en espacios mal ventilados durante periodos de tiempo más largos, como durante la noche mientras se duerme en las habitaciones.

Así, cuando se respira aire con altos niveles de CO2, estos aumentan en la sangre y reducen la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo cual puede aumentar la somnolencia y la ansiedad, y afectar a la función cognitiva.

Los autores indican que esa sensación se tiene en una sala de conferencias abarrotada, donde muchas personas pueden comenzar a sentirse somnolientas o aburridas con el tiempo.

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

En general, las concentraciones de CO2 son más altas en interiores que en exteriores y al aire libre en las zonas urbanas es más alto que en lugares vírgenes. En los edificios se deben al gas del exterior y al generado por los ocupantes al exhalarlo.

Los niveles atmosféricos de CO2 han aumentado desde la Revolución Industrial y alcanzaron el año pasado un pico de 414 ppm en el Observatorio de Mauna Loa que la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica, por sus siglas en inglés) tiene en Hawái.

En el escenario actual, en el que no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero de origen humano sobre la Tierra, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés) predice los niveles de CO2 al aire libre podrían subir a 930 ppm para 2100. Y las áreas urbanas generalmente tienen alrededor de 100 ppm de CO2 más alto que este fondo.

Karnauskas y sus colegas desarrollaron un enfoque integral que considera las concentraciones pronosticadas futuras de CO2 al aire libre y el impacto de las emisiones urbanas localizadas, un modelo de la relación entre los niveles interiores y exteriores, y el impacto en la cognición humana. Descubrieron que, si las concentraciones de CO2 en el exterior aumentan a 930 ppm, eso empujaría las concentraciones en el interior a un nivel nocivo de 1.400 ppm.

"En este nivel, algunos estudios han demostrado evidencia convincente de un deterioro cognitivo significativo", recalca Anna Schapiro, profesora de psicología en la Universidad de Pensilvania y coautora del estudio, que indica que "los dominios cognitivos de alto nivel, como la toma de decisiones y la planificación, son especialmente susceptibles al aumento de las concentraciones de CO2".

De hecho, las concentraciones de CO2 a 1.400 ppm pueden reducir la capacidad básica humana de toma de decisiones en un 25% y el pensamiento estratégico complejo en aproximadamente un 50%, según los autores.

MENOS COMBUSTIBLES FÓSILES

Los investigadores destacan que puede haber formas de adaptarse a niveles más altos de CO2 en zonas interiores, pero la mejor manera de evitar que alcancen niveles dañinos es reducir las emisiones de combustibles fósiles, lo que requeriría de estrategias de mitigación ya adoptadas en el Acuerdo de París.

Karnauskas y sus coautores esperan que estos hallazgos generen más investigaciones sobre los impactos 'ocultos' del cambio climático, como el de la cognición. "Éste es un problema complejo. No se trata sólo de predecir los niveles globales (exteriores) de CO2. Va desde las emisiones globales de fondo a las concentraciones en el entorno urbano, las concentraciones en interiores y, finalmente, al impacto humano resultante", explica.