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África

Cambio climático

26 Oct 2020

Afectando más duramente a los más vulnerables y contribuyendo a la inseguridad alimentaria

El cambio climático amenaza la salud, la alimentación, el agua y el desarrollo de África

Servimedia / Madrid

El aumento de las temperaturas y el nivel del mar, los patrones cambiantes de las precipitaciones y un clima más extremo amenazan la salud y la seguridad humanas, la seguridad alimentaria y el agua y el desarrollo socioeconómico en África. Así se recoge en el informe 'Estado del clima en África 2019', una publicación realizada por varias organizaciones y coordinada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que es la agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua.

El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, apuntó este lunes que "el cambio climático está teniendo un impacto creciente en el continente africano, afectando más duramente a los más vulnerables y contribuyendo a la inseguridad alimentaria, el desplazamiento de la población y la presión sobre los recursos hídricos".

"En los últimos meses hemos visto inundaciones devastadoras, una invasión de langostas del desierto y ahora enfrentamos el espectro de la sequía que se avecina debido a un evento de La Niña. El coste humano y económico se ha visto agravado por la pandemia de la Covid-19", añadió

TEMPERATURAS, MAR Y COSTAS

El informe señala que 2019 fue uno de los tres años más cálidos jamás registrados en el continente y se espera que esa tendencia continúe. Las temperaturas africanas de las últimas décadas se han calentado a un ritmo comparable al de la mayoría de los otros continentes y, por tanto, algo más rápido que el promedio de la superficie del planeta.

La predicción es que entre 2020 y 2024 haya un calentamiento continuo y menos lluvias en África, especialmente en el norte y el sur del continente, y más precipitaciones en el Sahel. Extensas áreas africanas superarán los 2ºC de calentamiento por encima de los niveles preindustriales en las dos últimas décadas de este siglo.

Gran parte de África ya se ha calentado más de 1ºC desde 1901, con más olas de calor y días calurosos. Es probable que haya menos lluvias en el norte de África y el suroeste de Sudáfrica a finales de este siglo.

Respecto al nivel del mar, hay una variabilidad regional significativa. El aumento es de cinco milímetros al año en varias áreas oceánicas que rodean el continente y más de cinco milímetros en el suroeste del Índico, desde Madagascar hacia Mauricio.

La degradación y erosión costeras también es un desafío importante, especialmente en África occidental. El 56% de las costas de Benín, Costa de Marfil, Senegal y Togo se están erosionando y se espera que esto empeore en el futuro.

EPISODIOS EXTREMOS

El informe documenta episodios climáticos de alto impacto en 2019. El ciclón tropical 'Idai' fue uno de los más destructivos jamás registrados en el hemisferio sur, lo que provocó cientos de víctimas y cientos de miles de desplazados.

El sur de África sufrió el año pasado una gran sequía. En contraste, el Gran Cuerno de África pasó de condiciones muy secas en 2018 y la mayor parte de 2019 a inundaciones y deslizamientos de tierra asociados con fuertes lluvias a finales de 2019. Las inundaciones también afectaron al Sahel y las áreas circundantes de mayo a octubre del año pasado.

En los países del África subsahariana propensos a la sequía, el número de personas desnutridas ha aumentado en un 45,6% desde 2012, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). La agricultura es la columna vertebral de la economía de África y representa la mayor parte de los medios de vida en todo el continente. Por lo tanto, África es un 'punto caliente' de exposición y vulnerabilidad para la variabilidad climática y los impactos del cambio.

Los principales riesgos para la agricultura incluyen la reducción de la productividad de los cultivos asociada con el calor y el estrés por sequía, y el aumento de los daños causados por las plagas, las enfermedades y los efectos de las inundaciones en la infraestructura del sistema alimentario, lo que tiene como resultado graves efectos adversos sobre la seguridad alimentaria y los medios de vida a nivel regional, nacional e individual de los hogares.

A mediados de este siglo, los principales cultivos de cereales de África se verán afectados negativamente, aunque con variabilidad regional y diferencias entre cultivos.

En el peor de los casos de cambio climático, se proyecta una reducción del rendimiento medio de un 13% en África occidental y central, un 11% en África del norte y un 8% en África oriental y meridional. El mijo y el sorgo son los cultivos más prometedores, con una pérdida de rendimiento para 2050 de sólo un 5% y un 8%, respectivamente, debido a su mayor resistencia a las condiciones de estrés por calor, mientras que se espera que el arroz y el trigo sean los más cultivos afectados con una pérdida de rendimiento de un 12% y un 21% a mediados de siglo, respectivamente.

IMPACTOS DE SALUD Y ECONÓMICOS

El aumento de la temperatura y los cambios en los patrones de lluvia también afectan significativamente la salud de la población en África. Más calor y lluvias aumentan la idoneidad del hábitat para los insectos que pican y la transmisión de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, la malaria y la fiebre amarilla.

Además, están surgiendo nuevas enfermedades en regiones donde antes no estaban presentes. En 2017, se calcula que el 93% de las muertes por malaria en todo el mundo se produjeron en África. Esas epidemias ocurren a menudo tras periodos de lluvias inusualmente intensas.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las consecuencias adversas del cambio climático se concentran en regiones con climas relativamente cálidos, donde se ubica un número desproporcionadamente grande de países de bajos ingresos.

El Centro Africano de Políticas Climáticas proyecta que el PIB en las cinco subregiones africanas disminuiría con el aumento de la temperatura global. Para escenarios que van desde un aumento de 1°C a 4°C en las temperaturas globales en relación con los niveles preindustriales, se espera que el PIB general del continente disminuya entre un 2,25% y un 12,12%. África occidental, central y oriental exhiben un impacto adverso mayor que África meridional y septentrional.

Un enfoque prometedor en todo el continente para reducir los riesgos relacionados con el clima y los impactos de eventos extremos ha sido reducir la pobreza promoviendo el crecimiento socioeconómico, en particular en el sector agrícola, que emplea al 60% de la población de África, se informa que las técnicas de valor agregado que utilizan fuentes de energía limpias y eficientes pueden reducir la pobreza de dos a cuatro veces más rápido que el crecimiento en cualquier otro sector.