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Huracanes

Desastres naturales

12 Nov 2020

Porque se debilitan más lentamente, según un estudio

El cambio climático duplica en 50 años el poder destructivo de los huracanes que tocan tierra

Servimedia / Madrid

El calentamiento global de los océanos provoca que los huracanes que tocan tierra tarden más en debilitarse, por lo que se vuelven más destructivos porque se fortalecen ahora casi dos veces más que hace medio siglo.

Así se explica en un estudio publicado este miércoles en la revista 'Nature'. Los investigadores subrayan que los huracanes que se desarrollan sobre océanos más cálidos transportan una mayor humedad, por lo que se mantienen más fuertes durante más tiempo después de tocar tierra. Eso significa que, en el futuro, a medida que el mundo siga calentándose, es más probable que los huracanes se adentren más en territorios terrestres y sean más destructivos.

"Las implicaciones son muy importantes, especialmente cuando se consideran las políticas que se implementan para hacer frente al calentamiento global", apunta Pinaki Chakraborty, autor principal del estudio y director de la Unidad de Mecánica de Fluidos en la Universidad de Graduados del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Japón), quien añade: "Las zonas costeras deben prepararse para huracanes más intensos, pero las comunidades del interior, que pueden no tener los conocimientos o la infraestructura para hacer frente a vientos o lluvias tan intensos, también deben estar preparadas".

Muchos estudios han demostrado que el cambio climático puede intensificar los huracanes, conocidos como ciclones o tifones en otras regiones del mundo, sobre el océano abierto. Pero éste es el primer estudio que establece un vínculo claro entre un clima cálido y el subconjunto más pequeño de huracanes que tocan tierra.

“COMBUSTIBLE”

Los científicos analizaron los huracanes del Atlántico norte que tocaron tierra durante el último medio siglo. Descubrieron que, durante el transcurso del primer día tras tocar tierra, estos fenómenos se debilitaron casi dos veces más lentamente ahora que hace 50 años.

"Cuando trazamos los datos, pudimos ver claramente que la cantidad de tiempo que tardaba un huracán en debilitarse aumentaba con los años. Pero no era una línea recta, era ondulada, y descubrimos que estos altibajos coincidieron con los mismos altibajos observados en la temperatura de la superficie del mar", apunta Lin Li, primer autor y doctorando en la Unidad de Mecánica de Fluidos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa.

Los científicos probaron el vínculo entre la temperatura más cálida de la superficie del mar y el debilitamiento más lento de la llegada a tierra simulando por ordenador cuatro huracanes diferentes a partir de distintas temperaturas para la superficie del mar. Una vez que cada huracán virtual alcanzó una fuerza de categoría 4, los científicos simularon tocar tierra cortando el suministro de humedad desde abajo.

"Los huracanes son motores térmicos, al igual que los motores de los automóviles. En los motores de los automóviles, el combustible se quema y esa energía térmica se convierte en trabajo mecánico. Para los huracanes, la humedad absorbida de la superficie del océano es el 'combustible' que intensifica y sostiene el poder destructivo de un huracán, con la energía térmica de la humedad convertida en vientos poderosos. Tocar tierra es equivalente a detener el suministro de combustible al motor de un automóvil. Sin combustible, el automóvil desacelerará y, sin su fuente de humedad, el huracán se descompondrá", explica Li.

HUMEDAD ALMACENADA

Los investigadores encontraron que, aunque cada huracán simulado tocó tierra con la misma intensidad, los que se desarrollaron sobre aguas más cálidas tardaron más en debilitarse. "Estas simulaciones demostraron lo que había sugerido nuestro análisis de huracanes pasados: los océanos más cálidos tienen un impacto significativo en la tasa de desintegración de los huracanes, incluso cuando se corta su conexión con la superficie del océano. La pregunta es: ¿por qué?", indica Chakraborty.

Los investigadores explican que cuando los huracanes tocan tierra, aunque ya no pueden acceder al suministro de humedad del océano, todavía llevan una reserva de humedad que se agota lentamente. Cuando los científicos crearon huracanes virtuales que carecían de esta humedad almacenada después de tocar tierra, encontraron que la temperatura de la superficie del mar ya no tenía ningún impacto en la tasa de descomposición.

"Esto muestra que la humedad almacenada es el factor clave que le da a cada huracán en la simulación su propia identidad única", recalca Li, que agrega: "Los huracanes que se desarrollan sobre océanos más cálidos pueden absorber y almacenar más humedad, lo que los mantiene por más tiempo y evita que se debiliten tan rápido".

El mayor nivel de humedad almacenada también hace que los huracanes sean "más húmedos", un resultado que ya se siente ya que los huracanes recientes han desatado volúmenes devastadores de lluvia en las comunidades costeras e interiores.

Los investigadores ahora planean estudiar los datos de huracanes de otras regiones del mundo para determinar si el impacto de un clima cálido en la desintegración de los huracanes está ocurriendo en todo el mundo. "En general, las implicaciones de este trabajo son crudas. Si no frenamos el calentamiento global, los huracanes que toquen tierra seguirán debilitándose más lentamente. Su destrucción ya no se limitará a las zonas costeras, lo que provocará niveles más altos de daños y costando más vidas", concluye Chakraborty.