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Peces

Biodiversidad

26 Feb 2021

En España, más de 20 especies de peces continentales están amenazados

Un tercio de las especies de peces de agua dulce se enfrenta a su extinción

Redacción / Madrid

El indicador más claro de la crisis ecológica del planeta es la rápida disminución de los peces de agua dulce, pues representan el 51% de todas las especies de peces y resultan vitales para la humanidad pero, a pesar de ello, un tercio de ellas se enfrenta a su extinción. Así se recoge en un nuevo informe elaborado por 16 organizaciones mundiales de conservación de la naturaleza, entre ellas WWF y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y difundido ese viernes.

El 2020 fue un año sombrío para los peces de agua dulce, ya que se extinguieron 16 especies, entre ellas el icónico pez espátula chino -un gigante endémico del río Yangtze- y otras 15 especies de Filipinas, que acabaron en la Lista Roja de la UICN, organismo que ha declarado extinguidas 80 especies de peces de agua dulce. Mientras, las poblaciones de peces migradores han caído un 76% desde 1970 y las de los peces de mayor tamaño, un 94%.

“En ninguna parte, la crisis mundial de la naturaleza es más grave que en nuestros ríos, lagos y humedales, y el indicador más claro del daño que estamos haciendo es la rápida disminución de las poblaciones de peces de agua dulce. Son la versión acuática del canario en la mina de carbón, y debe servirnos de advertencia", afirma Stuart Orr, Líder Global de Agua Dulce de WWF.

Según el informe, estos datos alarmantes no sólo ponen en peligro la biodiversidad, sino también la seguridad alimentaria y el sustento económico de millones de personas, pues los peces de agua dulce son la fuente principal de proteína para 200 millones de personas en Asia, África y América del Sur, además de proveer empleo y medios de subsistencia para 60 millones de personas.

AMENAZAS

Por otro lado, el informe destaca la combinación de amenazas a las que se enfrentan los ecosistemas acuáticos y los peces que viven en ellos, incluida la destrucción de hábitats, las presas hidroeléctricas, la obstaculización de los caudales de los ríos que aún fluyen libremente, la sobreexplotación de los recursos hídricos para el riego o la contaminación por los usos urbanos, agrícolas e industriales.

Además, los peces de agua dulce también se enfrentan a la sobrepesca, la expansión de las especies exóticas invasoras y los impactos del cambio climático, así como la insostenible extracción de gravas y arenas y los delitos contra la fauna silvestre.

“El año 2021 ofrece una esperanza real de que el mundo pueda cambiar el rumbo y empezar a revertir décadas de declive de especies de peces de agua dulce adoptando un Nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas. El mundo debe aprovechar la oportunidad de asegurar un ambicioso acuerdo global de biodiversidad en la Conferencia de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (CDB) en Kunming, China. Este acuerdo debe prestar la misma atención a proteger y restaurar nuestros sistemas de agua dulce que a los bosques y océanos”, apunta Teresa Gil, responsable del programa de Agua de WWF España.

Gil añade al respecto: “Lo que necesitamos ahora es reconocer el valor de las especies de peces de agua dulce y que los gobiernos se comprometan a aplicar nuevos objetivos y soluciones, así como priorizar los ecosistemas de agua dulce que deben ser prioritarios para ser protegidos y restaurados".

ESPAÑA

En España, más de 20 especies de peces continentales se consideran amenazadas en la Lista Roja de la UICN, como el samarugo, la loina o el fartet, y están oficialmente extintos el esturión europeo y la lamprea de río.

Otras especies, como la sarda salmantina, incluida en la lista de especies en peligro de extinción, están viendo cómo se amenaza aún más su ya reducido hábitat de distribución natural por proyectos como la mina de uranio del Retortillo en las dehesas salmantinas, que podría afectar no sólo al entorno de ribera, sino a la calidad de las aguas de esos cauces ibéricos.

En el ámbito nacional, hay un alto grado de endemismo de peces, prácticamente cada cuenca hidrográfica tiene sus propias especies de ciprínidos, como el barbo, debido al aislamiento geográfico, por lo que es necesario una especial responsabilidad en su conservación y evitar que desaparezcan del planeta, según WWF.