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Comida

Salud

16 Oct 2020

Reduciría un 30% las emisiones de gases vinculados al sector alimentario y un 46% la pérdida de vida silvestre, según WWF

Una dieta más saludable evitaría un 20% de muertes prematuras

Redacción / Madrid

Un cambio global hacia una dieta sana y sostenible con más verduras, legumbres y frutas y menos carne ofrece beneficios para la salud, la naturaleza y la sociedad porque puede evitar al menos un 20% de las muertes prematuras, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero vinculados al sector alimentario en un 30%, la pérdida de vida silvestre en un 46% y rebajar el uso de la superficie agrícola en un 40%.

Así se recoge en el informe 'El poder restaurador de las dietas para el planeta', elaborado por WWF y dado a conocer este viernes coincidiendo con el Día Mundial de la Alimentación. La organización lanzó una plataforma virtual que compara los impactos del consumo actual de alimentos y de diferentes dietas en 147 países, incluyendo España.

La reciente Cumbre de la Biodiversidad de las Naciones Unidas alertó de que el sistema alimentario actual exacerba la crisis climática y la destrucción de la naturaleza. Estudios científicos indican que los principales factores de la aparición y transmisión de enfermedades infecciosas emergentes, como la Covid-19, se deben a la conversión de tierras para la agricultura, la ganadería intensiva y el comercio ilegal de vida silvestre, a menudo para el consumo humano.

WWF indica que el sistema alimentario actual es "injusto y desigual" porque casi 700 millones de personas pasan hambre mientras casi 2.000 millones tienen sobrepeso u obesidad. Además, es responsable de un 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero y del 75% de la deforestación mundial.

OTRO SISTEMA

Por ello, aboga por cambiar el sistema alimentario por uno que proteja y conserve la naturaleza a la vez que proporcione suficiente alimento nutritivo y saludable para todas las personas y para las generaciones futuras.

Para WWF, apostar por una dieta sana para la naturaleza y las personas significa incrementar el consumo de verduras, legumbres y frutas, comer menos carne, pero de mejor calidad procedente de sistemas productivos extensivos, disminuir el consumo de alimentos procesados y la ingesta calórica en general.

"No existe un modelo único de dieta sana y sostenible. Por ejemplo, en algunos países es necesario que haya una reducción significativa en el consumo de alimentos de origen animal, mientras que en otros puede ser necesario un aumento para acabar con la desnutrición. La salud humana y ambiental deben considerarse de manera conjunta. Nuestra plataforma ayudará a los países a comprender mejor los impactos de los cambios en la dieta para que puedan proporcionar a la ciudadanía dietas sanas y sostenibles", afirmó Brent Loken, responsable del programa de Alimentación de WWF Internacional y autor del informe.

ESPAÑA

Por ejemplo, en España, la escasez de agua que afecta a ríos y acuíferos o la pérdida de biodiversidad disminuiría en un 30% si se adoptara una dieta flexitariana -mejorando aún más los parámetros en el caso de dietas vegetarianas y veganas-, mientras que la mortalidad prematura bajaría en un 23%, de acuerdo a la plataforma virtual lanzada por WWF. La dieta flexitariana es una dieta vegetariana flexible, en la que se priorizan los vegetales, sin excluir huevos o lácteos, y con consumos ocasionales de carne.

"Lo que comemos tiene un impacto indiscutible sobre nuestra salud y la del Planeta. Solo tenemos nueve años para transformar nuestro sistema alimentario y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 o enfrentar daños potencialmente irreversibles para la naturaleza y las personas. En España podemos sacar ventaja, pues contamos con la dieta mediterránea y la atlántica, pero para ello hay que reorientar urgentemente políticas públicas como la de agricultura”, sostiene Celsa Peiteado, responsable del programa de Alimentación Sostenible de WWF España.