Según ha asegurado Carcedo “las mujeres con discapacidad muchas veces se convierten en verdaderas heroínas al tener que enfrentarse a barreras tales como la sobreprotección familiar y los prejuicios, lo que sumado a las propias autolimitaciones y al desconocimiento de recursos, apoyos y herramientas inclusivas, les genera inseguridad y desmotivación”.  

“Estos factores hacen que, según datos de Odismet, su tasa de actividad se sitúe en el 35,2%, frente al 72,1% de las mujeres sin discapacidad; su tasa de empleo sea del 30% frente al 57%  y la tasa de paro del 29,3%, que en el caso de las mujeres sin discapacidad es del 21,3%. Además, el sueldo bruto medio anual de las mujeres con discapacidad es de 17.788 euros, frente a los 20.835,4 euros de los hombres con discapacidad, una diferencia del 17% que revela una brecha discriminatoria más.”, ha  explicado la directora general.

En este sentido ha añadido que una de las opciones para conseguir su inclusión laboral pasa por el autoempleo femenino, “aunque no deja de ser también cierto que este se convierte muchas veces en un camino de espinas”.

La tasa de emprendimiento de las personas con discapacidad es del 11,4% frente a 17,1% de la población en general. Esto se debe a la falta de orientación y apoyo financiero, aspectos cruciales para conseguir una iniciativa empresarial viable y duradera en el tiempo. Según los últimos datos disponible en Odismet, en España hay 55.000 personas con discapacidad registradas como autónomos, 12.900 de los cuales son mujeres.

Según Carcedo, “consciente de esta realidad, Fundación ONCE e Inserta Empleo, a través de su Programa de Emprendimiento que desarrollan desde el año 1988, y que desde el 2000 está cofinanciado por el Fondos Social Europeo, ofrece apoyo a los emprendedores a lo largo de todo el proceso, con el fin de aumentar la sostenibilidad y la supervivencia de sus proyectos. El perfil medio de los emprendedores a los que apoyamos en este programa, es de un hombre de 41 años con discapacidad física y estudios medios. Respecto a la edad la media está en 39,4 años”. 

En cuando a la diferencia por género (hombres: 60%, mujeres: 40%), estás cifras son similares a la media española en general (en la que solo el 35,3% son mujeres). “Pero  lo que sí que estamos comprobando una tendencia del alza de iniciativa lideradas por emprendedoras. Una cuestión en la que seguimos trabajando. Por ello,  una de las medidas que llevamos a cabo es conceder un importe mayor de ayuda económica para la puesta en marcha de proyectos de emprendimiento, cuando la promotora sea mujer. En este caso, al mínimo que se concede de 3.000 €, se le añade 1.000 € adicionales.  Además, si es víctima de violencia de género, se le añade un importe adicional de 2.000 € más. El importe máximo en cualquier caso es de 18.000 euros a fondo perdido”, argumenta la directora general de Inserta Empleo.

Por lo tanto, y en resumen, Concluye Carcedo, “los datos indican que cada vez hay más mujeres con discapacidad que se convierten en dueñas de su propia vida a través del autoempleo y que las empresas que montan los emprendedores y emprendedoras con discapacidad cada vez son más innovadoras”.
Una de estas emprendedoras con discapacidad que se ha beneficiado del programa de emprendimiento de Fundación ONCE es Oihane Aldecoa-Otalora, fundadora de la empresa Doctor Accesible , una consultoría médica online, que proporciona un servicio accesible de intermediación y atención informativa médica a personas sordas y/o usuarios de lengua de signos. 
La participación de Inserta en este encuentro se enmarca en los programas operativos de Inclusión Social y de la Economía Social (Poises) y de Empleo Juvenil (POEJ), que está desarrollando Fundación ONCE a través de Inserta, con la cofinanciación del Fondo Social Europeo y la Iniciativa de Empleo Juvenil, para incrementar la formación y el empleo de las personas con discapacidad.