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DRogas sobre la palma de una mujer

Salud

3 Feb 2020

La investigación muestra que el género “influye” en los patrones de uso de las drogas

Un manual recomienda la perspectiva de género para que las mujeres no recaigan en la droga

Servimedia / Madrid

La incorporación “estructural” de la perspectiva de género ayuda a que las mujeres no recaigan en la droga, según se asegura en un libro editado por el Instituto Deusto de Drogodependencias con la colaboración del Gobierno vasco. Se trata de la obra ‘Mujeres y drogas: manual para la prevención de recaídas con perspectiva de género’, que es la primera publicada en castellano sobre este asunto y del que son autoras Elisabete Arostegui Santamaría y Patricia Martínez Redo.

Según dijo Martínez a Servimedia, la investigación que han realizado muestra que el género “influye” en los patrones de uso de las drogas, las prácticas, el sentido y las motivaciones que llevan a una persona a consumir sustancias. También tiene repercusión en las consecuencias que tiene dicho consumo y en cómo afrontan “emocionalmente” el problema.

Unas diferencias entre hombres y mujeres que, según puntualizó Martínez, “no proceden tanto del hecho de consumir droga como de las experiencias o vivencias vinculadas a cuestiones de género”.

Uno de los objetivos del manual es incorporar al trabajo de prevención de recaídas en mujeres una serie de metodologías que permitirán reducir sus altas tasas de abandono del tratamiento, así como mejorar su acceso y adherencia al mismo, teniendo en cuenta que esta tasa se sitúa entre el 15 y el 20% en el caso de las mujeres frente al 80 u 85% en el caso de los hombres.

FACTORES DE RIESGO

“Hay que incorporar el género como eje de vulneración de las mujeres con respecto a las recaídas y en el desarrollo del problema de adicción”, valoró Martínez, al tiempo que subrayó que los hombres con un problema de adicción se recuperan “mejor” con el apoyo de una pareja femenina. En el caso de las mujeres heterosexuales, su pareja “no suele ser apoyo” y suelen tener “mejor pronóstico de rehabilitación si no tienen pareja”, sentenció.

En este punto, defendió que la recaída” tiene mucho que ver”, además, con factores de “riesgo” como la relación de pareja o familiar, la depresión, la ansiedad, la maternidad, las “violencias” recibidas y, en suma, “cuestiones no predeterminadas genéticamente pero que, por razón de género, las mujeres desarrollan más”. Como “desencadenantes comunes” también citó los traumas “no resueltos”, los sentimientos negativos sobre sí mismas, la preocupación por los problemas interpersonales y los patrones de pensamiento que las “retrotraen al pasado y no les permiten avanzar”.

Un complejo puzzle que tiene como consecuencia el que, según su experiencia y “estadísticamente hablando”, las mujeres “tardan más en volver a pedir ayuda por vergüenza y culpa” algo que, a su entender, “no ayuda en su recuperación” y se traduce en que “ocultan” esas recaídas “durante muchísimo más tiempo porque se enfrentan a una mayor sanción social que los hombres”.

"EJE DE VULNERACIÓN"

Un escenario ante el cual las investigadoras proponen un itinerario con una serie de dinámicas de intervención que incluye la identificación del género como “eje de vulneración” así como sus “efectos” en la autoestima y el análisis del papel de la violencia de género y las relaciones familiares o de pareja en las recaídas que experimentan las mujeres con algún tipo de adicción.

Su idea con esta propuesta de intervención es que las asociaciones y agentes que trabajan con mujeres con adicción puedan “dibujar” un mapa de factores que influyen en su vida, tanto de riesgo, como de protección, entre los que citó el “empoderamiento”.

En paralelo, las autoras iniciarán a lo largo del año un proceso de “validación” de la aplicación de esta estrategia en organizaciones e instituciones públicas de Cataluña, Extremadura, Madrid, Navarra o País Vasco, que trabajarán sobre un grupo control y un grupo experimental. Un trabajo que, a su vez, permitirá a estas organizaciones ofrecer a las autoras un ‘feedback’ con el que estas podrán emprender un “proceso de mejora” de su sistema, que también se nutrirá de las aportaciones de profesionales que valoren la “validez aparente” del manual.

Martínez y Arostegui forman parte del consejo asesor de la Red Género y Drogas que ya cuenta con la participación de 22 organizaciones de toda España, conscientes de la importancia de incorporar en su trabajo la perspectiva de género. No obstante, sostienen que el cambio de paradigma no es una cuestión “matemática”.

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