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Covid vaciando carteras

Pandemia/ Pobreza

25 Ene 2021

Gracias a los ERTE, 710.000 personas han evitado esta situación

La pandemia deja un millón de pobres más en España, con cerca de 11 millones de personas bajo el umbral

Servimedia / Madrid

Un millón de personas cayeron por debajo de la línea de pobreza relativa durante la pandemia en España, que pasaría del 20,7 al 22,4% de la población en esta circunstancia. Así lo estima Oxfam Intermón en su informe anual sobre Desigualdad, publicado este lunes con motivo del inicio del Foro de Davos. Según sus conclusiones, 10,9 millones de personas vivirían en la actualidad en España con menos de 24 euros al día y, lo que es más preocupante, más de cinco millones lo harían con menos de 16 euros diarios. Son las personas en situación de pobreza severa, que habrían pasado del 9,2% antes de la pandemia al 10,86%. En total, 790.000 personas habrían caído en esta situación.

Por comunidades autónomas, Baleares es la región donde más creció la pobreza relativa, con un aumento del 19,6%, seguida de la Rioja y Navarra. Andalucía, Comunidad de Madrid y Cataluña son las que acumulan más nuevas personas pobres en términos absolutos.

Por otro lado, el informe muestra el impacto desproporcionado de la crisis en colectivos vulnerables como migrantes, jóvenes, mujeres y trabajadores poco cualificados.

El índice de pobreza relativa entre la población migrante alcanzaría así el 57%, frente al 22,9% de la población general. En situación de especial vulnerabilidad se encuentran las 300.000 personas trabajadoras en situación administrativa irregular registradas en España, cuyos empleos se concentran en sectores muy afectados por los cierres de actividad y que están fuera de las medidas de protección social tomadas por el Gobierno.

Según el informe, el desempleo provocado por la pandemia es el principal generador de desigualdad y pobreza en el país, debido a la caída de ingresos de los trabajadores y trabajadoras más precarios.

De hecho, los empleadores de sectores sometidos a cierre durante 2020 mantienen un salario anual que, de media, supone un 60% del salario mediano en España. Mientras, aquellos que pudieron teletrabajar o mantener su actividad durante los cierres perciben unos salarios un 140% superior al salario mediano.

Personas migrantes, jóvenes y mujeres son los colectivos más afectados por la desigualdad que ha provocado la pandemia, según Oxfam Intermón. Esta desigualdad en los ingresos salariales creció 1,6 veces por encima del promedio entre los jóvenes. Las mujeres, por su parte, constituyen el 57% de todas las personas subempleadas y el 73% de las que trabajan a tiempo parcial.

El incremento del desempleo también se dobla en los niveles educativos inferiores. De acuerdo con el director general de Oxfam Intermón, Franc Cortada, “mujer joven, migrante, con bajos estudios y perteneciente a un colectivo racializado sería el perfil más vulnerable ante los efectos de la pandemia”.

La buena noticia es que estas situaciones se pueden corregir con políticas públicas adecuadas, e Intermón puso como ejemplo la aplicación de los ERTE, que habría salvado de la pobreza a 710.000 trabajadores en España.

“La medida ha sido esencial para limitar el incremento de la pobreza y la desigualdad, con una reducción estimada de 1,17 puntos en el índice de desigualdad de Gini”, aseguró. Del mismo modo, Intermón estima que una implantación adecuada del Ingreso Mínimo vital (IMV) habría evitado que 277.000 personas cayeran en la pobreza. A su juicio, se trata de una medida adecuada que no se ha conseguido implantar. De los 850.000 hogares previstos por el Ejecutivo, de momento solo llega a unos 160.000.

El informe recomienda asimismo políticas de empleo alternativas para sustituir a los ERTES, que incluyan una mejora del modelo productivo, apoyo a las empresas que garanticen empleo digno y medidas que regulen la temporalidad, parcialidad, la subcontratación y los falsos autónomos y que protejan a los colectivos más vulnerables como trabajadoras domésticas y migrantes.

También reclama ampliar la cobertura del IMV, agilizar sus trámites y requisitos y prestar especial atención en la reducción de la pobreza infantil. Finalmente, exige “una reforma fiscal más progresiva y que luche contra la evasión y la elusión fiscal”, así como un enfoque transformador y contra la desigualdad en el uso de los fondos europeos para la recuperación.

INEQUIDAD EN EL MUNDO

En otra investigación publicada también hoy bajo el título ‘El virus de la desigualdad’, Intermón subraya cómo la recuperación tras la Covid-19 solo ha llegado a parte de la población mundial.

En tan sólo nueve meses, las mil mayores fortunas del mundo ya habían recuperado las pérdidas económicas originadas por la pandemia de Covid-19, señala, mientras que los al menos 200 millones de personas que, según el Banco Mundial, podrían haber caído en la pobreza por la pandemia, necesitarían más de una década para recuperarse .

Destaca que, si los Gobiernos lograran reducir la desigualdad en el mundo en un 2% anualmente, conseguirían salvar de la pobreza a esos 200 millones adicionales en 3 años en lugar de en una década. La fortuna de los 10 hombres más ricos del mundo aumentó en medio billón de dólares durante los 10 últimos meses, prosiguió, cifra que financiaría con creces una vacuna universal para la Covid-19 y que garantizaría que nadie cayese en la pobreza como resultado de la pandemia.

El informe revela que la pandemia tiene el potencial de aumentar la desigualdad económica en prácticamente todos los países del mundo al mismo tiempo, una situación sin precedentes desde que empezaron a registrarse este tipo de datos hace más de un siglo.

En Brasil, las personas afrodescendientes tienen un 40% más de probabilidades de morir a causa de la Covid-19 que las personas blancas, apunta. Las zonas más pobres de países como España, Francia e India presentan tasas de infección y mortalidad más elevadas, mientras que en Inglaterra, las tasas de mortalidad de las regiones más pobres duplican a las de las zonas más ricas. La conclusión es que la desigualdad y la pobreza se traducen también en coste de vidas.

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