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Cisco García

Superación personal

16 Nov 2020

En que cuenta cómo se reinventó después del accidente sufrido

Cisco García, el abogado que triunfa como tenista paralímpico, publica su libro 'Irrompible'

Mario García / Madrid

Francisco García Vena, más conocido como Cisco García, era un joven abogado cordobés que se ha convertido en un conocido ‘influencer’ en Instagram, colaborador televisivo, conferenciante y tenista en silla de ruedas que ha decidido relatar sus experiencias en el libro Irrompible. El arte de levantarse siempre una vez más. El libro, publicado por Alienta Editorial, del Grupo Planeta, narra en 256 páginas el crecimiento personal de un luchador que se ha reinventado tras sufrir en 2015 un accidente practicando ‘snowboard’ en la estación de esquí de Mayrhofen (Austria).

Cisco García estudió Derecho y trabajaba en un despacho de abogados en Córdoba, donde ayudaba a ciudadanos británicos y de otras nacionalidades a adquirir propiedades en la Costa del Sol y otras zonas de España.

Además, iba al gimnasio cinco días a la semana, jugaba al tenis dos o tres tardes semanales y practicaba boxeo otros dos. “Me levantaba, iba a trabajar, acudía al gimnasio a hacer pesas, comía, volvía al despacho y luego hacía boxeo o tenis. Hacía muchísimo deporte. Y el fin de semana me gustaba salir mucho”, indica.

Cisco llevaba “una vida envidiable” junto a su entonces novia y actual mujer, Raquel, con la que tiene un hijo de ocho meses, Gonzalo. Con ella o con amigos pudo conocer una multitud de sitios en Sudamérica y Europa. “Era la vida que yo quería tener”, admite.

CAMBIO DE VIDA

El 28 de diciembre de 2015 cambió para siempre su vida. Cisco llevaba ya 11 años pasando parte de las Navidades con amigos en Austria para practicar el ‘snowboard’, que era su pasión. En Mayrhofen tuvo un accidente y tuvo que ser hospitalizado en tierras austríacas.

Posteriormente, fue trasladado en una ambulancia hasta el Hospital de Parapléjicos de Toledo, donde permaneció cuatro meses, cuando la estancia habitual es de al menos medio año. “Le pedí el alta al médico. Había sido autónomo muy rápido por el deporte y quería estar fuera. Allí empecé a probar el tenis en silla de ruedas”, recuerda.

Dado que tuvo temores lógicos en su vuelta a Córdoba, Cisco se mudó a Badajoz, donde su novia era médica internista, y en la capital pacense estuvo hasta septiembre. Antes, ambos hicieron un viaje inolvidable a Japón. “Al principio, volver a casa te da muchísimo miedo. Quería conocer a gente, adaptarme a la calle, ir al cine, comprar el pan, ir a restaurantes…”, comenta.

Después de unos meses despachando asuntos como abogado, a mediados de 2018 decidió dedicarse profesionalmente al tenis en silla de ruedas.

“Me divierte mucho. Había jugado antes al tenis y me aporta unos objetivos esenciales para vivir y seguir mejorando”, indica. No en vano, se proclamó campeón de Andalucía en 2018 y 2019, ganó el Open de Almussafes (Valencia) en 2019 y el año pasado estrenó su palmarés internacional adjudicándose el USIF Panthera Trophy, disputado en Uppsala (Suecia).

Estaba inmerso en una vorágine internacional que le llevó a jugar el año pasado 20 torneos internacionales entre marzo y escalar hasta el 58º puesto del ranking internacional. Su objetivo era sumar todos los puntos posibles para alcanzar el sueño de competir en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, que debieron disputarse el pasado verano y quedaron aplazados a 2021 por la pandemia del coronavirus.

JUEGOS DE TOKIO

Cisco está preseleccionado para Tokio y a España le corresponden cuatro plazas masculinas en tenis en silla de ruedas. “Lo tengo complicado, tendré que apretar porque voy a contrarreloj hasta junio de 2021. No puedo tirar la toalla”, comenta.

No en vano, Cisco volvió a la escena internacional con un torneo en Setúbal (Portugal) el pasado septiembre, tras meses sin competir por el coronavirus. Y el 23 de noviembre prevé disputar otro en Turquía, donde quiere profundizar en algunos cambios en su juego, tanto en el golpeo de la bola como en el posicionamiento de la silla de ruedas.

Además, acude una semana al mes al CAR de Sant Cugat (Barcelona), donde entrena con Martín de la Puente, el mejor tenista español en silla de ruedas y 13º del ranking internacional. Allí entrena cinco horas diarias durante cinco jornadas semanales. “Si me hubiera quedado en Córdoba, me habría estancado”, recalca.

Sin embargo, reconoce que su reciente paternidad le dificulta participar en torneos. “El año pasado lo pasé mal. Las expectativas eran muy altas y este año asumo la vida como venga, no puedes vivir obcecado con los objetivos. He conseguido no obsesionarme y soy mucho más feliz”, resume.

Cisco planeaba dedicarse 10 años al tenis en silla de ruedas, pero desconoce qué le deparará el futuro. No obstante, desvela alguna pincelada: “No me lo planteo mucho. La vida da muchas vueltas. Intentaría seguir viviendo de conferencias, hago publicidad por redes sociales, colaboro en Canal Sur con Bertín Osborne… O volvería al despacho, algo que no descarto”, apostilla.

De hecho, dedica parte de su tiempo a contar aspectos de su vida en Instagram, donde cuenta con cerca de 265.000 seguidores. Y Forbes le designó entre los 100 mejores ‘influencers’ de España.

“Instagram es mi punto fuerte. Desde el principio empecé a crecer bastante. La clave es la variedad, con vídeos hablando a cámara, vídeos cantando con mi mujer o en la cocina, nuestra relación de amor tan sincero. Eso a la gente le gusta mucho”, comenta.

En la primavera de 2019 comenzó a dar forma al libro recién estrenado ‘Irrompible. El arte de levantarse siempre una vez más’. A ello le dedicó prácticamente un año, aunque no a tiempo completo. “Surgió porque me escribe mucha gente por redes sociales. Ayudaba a superar las adversidades con muchas herramientas mentales que he ido aprendiendo en mi vida. No es una autobiografía, sino un libro de crecimiento personal”, sentencia.