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Salud

25 Mayo 2023

Según un estudio realizado a más de 10.000 adultos en Noruega

La actividad física aumenta la tolerancia al dolor

Redacción / Madrid

Las personas físicamente activas tienen una mayor tolerancia al dolor que las que son sedentarias, sobre todo las que mantienen un nivel más alto de actividad.

Esa es la conclusión de un estudio realizado por nueve investigadores de instituciones de Noruega y publicado este jueves en la revista ‘PLOS ONE’. Investigaciones anteriores han sugerido la posibilidad de que tener un mayor nivel de actividad física podría ayudar a aliviar o prevenir el dolor crónico al aumentar la tolerancia al dolor. Sin embargo, la mayoría de los estudios sobre este tema han sido pequeños o se han centrado en grupos reducidos de personas.

Para ayudar a aclarar la relación entre la actividad física y la tolerancia al dolor, Anders Arnes, del Hospital Universitario del Norte de Noruega, y sus colegas analizaron datos de 10.732 adultos noruegos que participaron en un gran estudio de población que se lleva a cabo periódicamente en ese país.

Los investigadores utilizaron datos de dos rondas de ese estudio, una realizada de 2007 a 2008 y la otra de 2015 a 2016. Los datos incluyeron los niveles de actividad física informados por los participantes y sus niveles de tolerancia al dolor, que, según lo evaluado en una prueba, implica sumergir la mano en agua fría.

El análisis estadístico de los datos mostró que los participantes que reportaron ser físicamente activos en cualquiera de las rondas del estudio tenían una mayor tolerancia al dolor que aquellos que reportaron un estilo de vida sedentario en ambas fases analizadas.

Los participantes con niveles de actividad total más altos tenían una tolerancia al dolor más elevada y los que mantenían una actividad física más alta en los años 2015 y 2016 que en 2007 y 2008 tenían un nivel general de tolerancia al dolor más alto.

Sobre la base de sus hallazgos, los investigadores sugieren que impulsar la actividad física podría ser una estrategia potencial para aliviar o evitar el dolor crónico. “Mantenerse físicamente activo con el tiempo puede beneficiar su tolerancia al dolor. ¡Hagas lo que hagas, lo más importante es que hagas algo!”, concluyen los autores.