- “Puente de Vallecas se me antoja a medio camino entre el bandolerismo romántico y la resistencia guerrillera”
Comienzan a verses seriamente amenazados por la gentrificación. Es decir, por la invasión del capital y sus formas (cadenas de comidas sustituyendo bares, franquicias de modo demoliendo comercios, desembarco de tipos humanos presos de una homogenización estética y ética).
- Saqueadores de espuma o la reapropiación del lugar
Todo libro aspira a des-colocar la vida de quien lo lee, de quien lo habita. Todo libro mantiene vocación de alcanzar la raíz misma de aquel que lo sostiene en las manos e insuflar savia de autenticidad, de fulgor. Todo libro se propone transcurrir en el tiempo de la emoción más alta, ajeno a manecillas que avanzan indiferentes a lo que brota: el acontecimiento mismo.
- “Nos pasamos el tiempo conectados a la cobertura para salvarnos de vivir”
Lluvia oblicua (Pre-Textos) es un ensayo impertinente e incómodo, pero oportuno. ¿Queremos ser libres? ¿Por qué preferimos estar conectados antes que vivir? ¿Por qué la indiferencia es más letal que la respuesta violencia? ¿Qué porción de violencia se requiere para vivir?
- “La locura permitió a Alda Merini no solo relacionarse con su dolor, sino también con el dolor de los demás”
La otra verdad. Con este sugerente título, Mármara publica un texto de Alda Merini (Milán, 1931-2009) en el que la poeta habla de sus estancias en distintos manicomios. Diario de una diversa, lleva por subtítulo. Diversa porque la Merini no era loca, ni amante dispuesta, ni irónica, ni madre, ni religiosa, ni extravagante.
- “Hay que echarle mucho humor para sobrevivir en este mundo"
“Yo podía haber sido una leyenda... o una epopeya, si nos juntamos varios...” Es una de esas frases estupendas de ‘Amanece que no es poco’, de José Luis Cuerda (Albacete, 1947), una de las películas españolas con mayor feligresía. Sus devotos, heterodoxos impenitentes, recorren la Sierra del Segura en procesión todos los años.
- “Cantar por cantar, nunca, el día que pierda la ilusión, me retiraré"
Carmen Linares. La maravilla. Elegancia que preside al cantar y cuando mira. Carmen Linares. Gloria bendita por soleares y la bulería de su sonrisa que bulle escucha y ternura a partes iguales.
- “La belleza no se convoca, la belleza se encuentra”
Imaginen una reunión a la que asisten (dinamitándola, por supuesto, desde las costuras del prodigio) Breton, Leonora Carrington, Mallarmé, Benjamín Péret, Dalí, Duchamp, Hanna Höch, Ernst, Roussel, Aragon, Buñuel… Que de ese encuentro delirante (saliéndose del surco, como lo etimológico indica) se produce una doble transmutación simbólica: a collage, a objeto.
- “La poesía es meditación íntima con el mundo y con retazos de un yo que no conocemos del todo”
Hay escrituras que se van pespuntando el territorio simbólico y preciso del cuaderno. Escribir sobre un cuaderno tiene algo de movimiento musical y orgánico (el trazo con la mano) y algo de conversación con uno mismo en momentos intempestivos.
- “La gran amenaza de la literatura viene del sentimentalismo barato, morboso y exhibicionista”
Su prosa es elegante manteniendo la levedad que invocaba Calvino en sus propuestas para el nuevo milenio (acaba de obtener la XIII Edición del Premio Málaga de Novela por su obra Centroeuropa). Como ensayista, molesta porque no atiende a bobos escrúpulos del buenismo ni de la corrección política, mucho menos del cinismo.
- “Todas las madres tienen algo de verdugo”
La versión extranjera (Pre-Textos) es una historia que podría emparentarse con el Libro de las Dos Vías, ese secreto mapa que guía por el inframundo a quienes se adentran en él.