Por otro lado, llamaron a las autoridades a utilizar los servicios públicos como escuelas, hospitales, centros sociales y demás recursos para promover menús saludables y una alimentación más sostenible, y recomendaron la puesta en marcha de campañas de sensibilización e información dirigidas al conjunto de la sociedad.

Asimismo, abogaron por una mayor formación sobre temas relacionados con la nutrición para los padres y madres, con especial atención a la promoción de la lactancia materna. También reclamaron leyes más estrictas que protejan a los niños del marketing agresivo de productos insanos, como bebidas azucaradas y bollería.

Ambas agencias hicieron estas recomendaciones de cara a al encuentro que los sistemas de Alimentación de Naciones Unidas celebrarán próximamente, y destacaron la urgencia de que niños y adolescentes ocupen el centro de las políticas gubernamentales en este sentido.

En la actualidad, uno de cada tres niños en el mundo sufre malnutrición, que es una de las principales causas de muerte infantil. De estos, dos tercios no tienen acceso a los nutrientes básicos para su desarrollo, apuntaron.

Esta realidad convive con un aumento preocupante de los casos de sobrepeso y obesidad infantil que se da entre los niños más desfavorecidos de los países ricos, que no tienen acceso a alimentos saludables y sí en cambio a comida ultra procesada