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Alumna ciega

Educación

7 Sep 2021

las máquinas de la ONCE ya ultiman libros de texto en braille y en sonido y materiales en relieve

Las clases presenciales, todavía más importantes para los 7.366 alumnos ciegos que estos días vuelven al cole

Redacción / Madrid

Un total de 7.366 estudiantes ciegos y con discapacidad visual grave de toda España afrontan estos días su 'vuelta al cole' en un contexto marcado todavía por las restricciones sanitarias a causa de la pandemia de Covid-19, según la ONCE. En un comunicado, la organización subrayó la especial importancia de la presencialidad para estos estudiantes. Insistió en que más del 99% de estos alumnos y alumnas se incorporan a las aulas en centros ordinarios, en un modelo de "educación inclusiva con apoyo de los servicios de atención educativa de la ONCE".

Esto quiere decir que, con respecto a la pandemia y la presencialidad en las aulas, este alumnado sigue las mismas pautas y directrices que el resto de compañeros sin discapacidad visual, indicó la organización.

Deberán respetar las mismas medidas de seguridad que se han establecido para este curso 2021-2022 (mascarillas desde los 6 años en interiores, distancia de seguridad, ventilación de los espacios, grupos burbuja, etc.) con el fin de mantener la máxima presencialidad posible en todos los niveles y etapas, objetivo prioritario para las administraciones educativas.

Según explica Ana María Llauradó, jefa de Atención Educativa de la ONCE, “si la presencialidad es de por sí beneficiosa para todos los alumnos porque mejora la socialización y muchos aspectos de la vida escolar, en el caso del alumnado con discapacidad visual resulta fundamental para responder de forma más eficaz a sus necesidades educativas específicas, sobre todo en cuanto a materiales de acceso o cuando son necesarias adaptaciones”.

Por ello, desde los diferentes grupos de Accesibilidad a Contenidos Educativos Digitales de la ONCE se está en comunicación con las administraciones educativas del Gobierno central y de las Comunidades Autónomas, así como con las diferentes editoriales de material escolar. Su objetivo es lograr que tanto las plataformas como los contenidos sean accesibles a todo el alumnado. “Solo así se estará cumpliendo la legislación vigente en cuanto a equidad, igualdad de oportunidades e inclusión educativa”, agregó.

Por este motivo, las máquinas del Servicio Bibliográfico de la ONCE no han dejado de funcionar en las últimas semanas, preparando libros de texto en braille y en sonido y materiales en relieve.

EL RETO TECNOLÓGICO

La experiencia del curso pasado, con las restricciones impuestas por la pandemia, supuso un gran reto para el profesorado, las familias y el alumnado que se atiende desde los Equipos Específicos de Atención Educativa a la discapacidad visual, que prestan un apoyo personalizado a los alumnos en sus centros educativos ordinarios, en base a los convenios de colaboración entre la ONCE y las diferentes administraciones educativas.

Estos equipos están formados por maestros y maestras itinerantes de los que 253 pertenecen a la ONCE. Desde el inicio de la pandemia, todos ellos tuvieron que poner al día sus conocimientos tecnológicos y tiflotecnológicos, así como adaptarse a un gran cambio metodológico. En este sentido, la ONCE ha intensificado su esfuerzo en formación en competencias digitales para este profesorado, a quienes además ha dotado de ordenadores y dispositivos informáticos.

A juicio de Llauradó, “hasta hace poco había voces desde el ámbito educativo que dudaban del beneficio de la tecnología para el alumnado con discapacidad visual, pero la pandemia ha demostrado nuevamente que su manejo es absolutamente beneficioso y necesario para los niños y niñas que atendemos desde los equipos, que requieren de un aprendizaje y apoyo inicial superior al de los niños con visión". "La introducción precoz de la tecnología es imprescindible para ellos de cara a alcanzar su autonomía en el manejo de la misma”, recalcó.

ATENCIÓN EDUCATIVA

La tarea de los maestros y maestras que integran los Equipos Específicos de Atención Educativa consiste en valorar al alumnado y elaborar una propuesta de intervención aplicada individualmente.

Esto requiere la coordinación con otros profesionales, tanto pertenecientes a la ONCE (técnicos de rehabilitación, instructores en tiflotecnología y braille, psicólogos, pedagogos, monitores de ocio y tiempo libre o especialistas en áreas de especial dificultad), como adscritos a las administraciones (orientadores, maestros en pedagogía terapéutica, tutores de aula, etc.).

En función de las necesidades del alumnado, la atención prestada puede variar desde el seguimiento, asesoramiento y orientación al centro donde se escolarice el estudiante hasta una intervención directa con el alumnado para garantizar su inclusión dentro y fuera del aula, tanto en aspectos académicos como en los relacionados con la inclusión social de estos alumnos y alumnas.

Según la jefa de Atención Educativa de la ONCE, “es de destacar la labor de los maestros de los equipos, que con recursos propios y gran ingenio y motivación han sido capaces de apoyar más que nunca a los alumnos y sus familias en el seguimiento de un curso escolar de especial dificultad como ha sido el pasado”. Para Ana María Llauradó, “gracias a ellos y a la implicación de toda la comunidad educativa se ha podido superar el curso con un alto grado de satisfacción, y ha servido de aprendizaje para ayudar a las personas que, en el futuro, por unas u otras causas, no puedan acudir presencialmente a los diferentes centros educativos”, afirmó.

Durante este curso 2021/22, 1.272 escolares con ceguera o discapacidad visual grave (incluidos también los estudiantes sordociegos), participan en la Educación Infantil; 1.517 están escolarizados en Educación Primaria; 1.050 han llegado a la Educación Secundaria Obligatoria; 296 cursan Bachillerato; 396 se preparan en la Formación Profesional; 773 se enfrentan a la Universidad; y 2.062 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.

Por comunidades autónomas, Andalucía y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla cuentan con 1.776 estudiantes; Aragón, con 217; Principado de Asturias, con 135; Islas Baleares, con 164; en Canarias se han matriculado 297 estudiantes; en Cantabria, 75; en Castilla-La Mancha, 332; en Castilla y León hay 364 alumnos; Cataluña tiene 1.164; Extremadura, 135; Galicia, 336; en la rioja hay , 42; en la Comunidad de Madrid, 1.124; en Región de Murcia, 325; la Comunidad Foral de Navarra cuenta con 88; el País Vasco tiene 143 alumnos, y la Comunidad Valenciana, 649.