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José Sacristán

Reconocimiento

20 Sep 2021

José Sacristán, tras recibir el Premio Nacional de Cinematografía 2021

"Vaya suerte, más de 60 años sin dejar de jugar”

Servimedia / Madrid

El actor José Sacristán recogió este lunes el Premio Nacional de Cinematografía 2021 recordando al niño que fue en su Chinchón (Madrid) natal y que jugaba a ser alguien en el mundo de la interpretación, y que con esfuerzo y sacrificio se ha convertido en el intérprete que es actualmente. “Se lo han creído. Se han creído que era el estudiante, el pregonero, el de los globos, el recluta, el emigrante, el abogado, el médico y el asesino. Vaya suerte, más de 60 años sin dejar de jugar”.

Lo dijo durante el acto de entrega del Premio Nacional de Cinematografía 2021 en Tabakalera Centro Internacional de Cultura Contemporánea en el marco de la celebración de la 69ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que se celebra hasta este sábado. En el acto estuvieron presentes, entre otras personalidades, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y la actriz Aitana Sánchez-Gijón, quien hizo una semblanza del actor madrileño.

Durante su intervención, José Sacristán recordó una cita de Friedrich Nietzsche (1844-1900): “No hay mayor seriedad que la del niño cuando juega”, para viajar a su infancia cuando “me ataba unas cuantas plumas de gallina en la cabeza y me plantaba desafiante ante mi abuela. ‘Virgen santa, un indio’, decía ella. ‘Se lo ha creído’, pensaba yo. Eso es lo que pensé cuando me comunicaron el premio: Se lo han creído. Se han creído que era el estudiante, el pregonero, el de los globos, el recluta, el emigrante, el abogado, el médico, el asesino. Vaya suerte, más de 60 años sin dejar de jugar”.

Destacó que, “con la más absoluta y rigurosa seriedad, he llegado hasta aquí haciendo camino al andar, trabajando, estudiando, investigando, curioseando, mirando, con tanta certeza como inquietud, con tanto arrojo como temor, como suele ser habitual en el ánimo de los que nos dedicamos a esto”.

José Sacristán no eludió la precariedad y la inestabilidad que suele rodear a la profesión del actor al afirmar que “yo también, como es habitual en quienes nos dedicamos a esta tarea, no me he dedicado únicamente a desentrañar la complejidad de los personajes, sino a preguntarme cómo puñetas podría llegar a final de mes y pagar el alquiler”.

Puso de manifiesto que su actitud ante el oficio de cómico ha sido siempre la de honrar a quien “al principio de los tiempos” pintó el mamut de la cueva de Altamira: “que se lo crean, que se emocionen, que se diviertan, que se inquieten, que duden, que piensen, que sueñen”.

Por ello, cada vez que se sube al escenario o que se pone ante la cámara, confesó José Sacristán, “siento las plumas de gallina atada a la cabeza, y siento el rebullir, el trajín, el entusiasmo, el asombro que produce la profunda seriedad del juego. Yo, y los que se lo han creído como mi abuela y como vosotros”.

Luego de los agradecimientos personales, tomó de Miguel de Cervantes (1547-1616) la “palabra de despedida”, para, en recuerdo del recientemente fallecido Mario Camus, afirmar que “si yo pudiera sacar mi corazón y ponerlo ante vuestros ojos, quitara el trabajo a mi lengua de decir lo que apenas se puede pensar”.

Por su parte, Iceta consideró el de hoy un “acto reparador que estaba pendiente desde hace tiempo”, y que coincide en el tiempo con la conmemoración del centenario del nacimiento de Luis García Berlanga (1921-2010) y de Fernando Fernán Gómez (1921-2007), “dos figuras mayúsculas de la cinematografía europea”.

Por último, Aitana Sánchez-Gijón se preguntó “¿cómo es posible que no lo tuviera antes (el galardón)?”, para describir a José Sacristán como alguien cuyo trabajo es “el reflejo de la historia de este país”.

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