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Flavia

Entrevista

17 Nov 2021

Flavia Company, poeta

«Solo se corre hacia el precipicio cuando se ha comprendido que nada tiene sentido si no se intenta volar»

Esther Peñas / Madrid

Lo mismo emplaza un texto de una enciclopedia que hace del uso de los dos puntos una escotilla por las que atisbar su exilio y su escarcha. Su manera de disponer y dorar la palabra tiene que ver con lo biográfico, con cierta sensualidad musical, cierto desconsuelo –por momentos casi telúrico-. Con la memoria. Con la identidad. La Editorial Comba acaba de publicar su poesía completa en un volumen que lleva por título La dimensión del deseo por metros cuadrados. Hablamos, claro, de Flavia Company (Buenos Aires, 1963).

¿Cuánto espacio ocupa el deseo? 

Tu bella pregunta es en sí misma un verso. Insondable. Y las preguntas que hace la poesía no son para contestarlas de forma cerrada y categórica sino para darnos cuenta de que no vivimos en la única verdad posible sino sólo en la que hemos elegido. El deseo puede ser un impulso de vida, sí, pero también es una de las más sutiles formas de la ceguera.

¿Puede repararse la condición del exilio? 

La condición del exilio acompaña hasta el final. Es como un segundo nacimiento. Es aprender todo de nuevo. Como reencarnar sin olvidar el tránsito anterior. ¿Puede repararse la condición de la vida?

¿Qué algo hay detrás de las cosas? 

Detrás de las cosas está todo lo que no nos enseñan a ver, a mirar. Lo que descubrimos cuando empezamos a desaprender y percibimos lo mucho con lo que nos hemos conformado sin cuestionarlo, sin preguntar. Detrás de las cosas equivale a decir antes de las cosas. Y antes de las cosas están los principios y los inicios. La verdadera guía.

¿El poema se nutre más de la falta o del deseo? 

Interesante e irresoluble enigma. El sufrimiento o la calma de haber sufrido ya. El dolor o su recuerdo. Cara y cruz, diría yo. No hay uno sin otro. No hay poema sin consciencia del todo y de cómo se ha sido arrebatada de ese todo por la propia condición de ser en soledad.

¿Por qué es un «disparate» nacer? 

Por la misma razón por la que es un disparate morir. Porque es incomprensible.

Cuando uno «corre haca el precipicio», ¿qué puede detenerlo? 

Nada. Solo se corre hacia el precipicio cuando se ha comprendido que nada tiene sentido si no se intenta volar, por mucho que se arriesgue.

¿Qué es aquello que usted «miente y se miente por necesidad»? 

La vida espiritual es en gran medida un camino hacia el descubrimiento de las imposturas. Llega el momento en que ya no son necesarias. El momento del advenimiento de la serenidad que procura la aceptación.

¿Cuánto de hoguera ha de tener un hogar? 

Hermoso juego de palabras, Esther. La hoguera de los hogares se lleva dentro. Va a arder todo lo que necesitamos quemar. En el hogar o fuera de él. El hogar es el espacio en que por fin estamos a salvo. Ningún otro lo es. Entender eso también es parte del camino.

Cuando uno ejerce de nómada, ¿cómo reconocer que el camino que tomamos es el auténtico?

Es imposible que alguien nómada se equivoque de camino. Todos los caminos son posibles y conducen hasta el siguiente lugar. Otra cosas son los errores del puro ejercicio de vivir. Cambiar de errores es muestra de que se está aprendiendo. Errores cometen todas las personas, ya sean nómadas o sedentarias.

¿Qué «llave hace falta para llegar»? 

Conocerse a una misma. 

¿Por dónde «entra la sombra»? 

Por el miedo, el apego, el ego o la aversión.