Esta iniciativa coincide con la celebración, el 23 de noviembre, del Día Internacional de la Palabra. Tras consultar con expertos e investigadores especializados en biodiversidad, Libera creó en marzo de 2018 la palabra ‘basuraleza’ como una alternativa al término ‘littering’, con el fin de que problema del abandono de residuos en espacios naturales fuera entendible por toda la ciudadanía y se genere conciencia al respecto.

Desde entonces, el término ha tenido más de 1.300 menciones espontáneas en medios de comunicación, tanto audiovisuales y escritos en los países hispanohablantes. Además, nombres del mundo de las letras han reconocido su necesidad, como los académicos de la RAE Antonio Muñoz Molina y el reciente ganador del Premio Nacional de las Letras, José María Merino.

Articulistas y políticos han incluido el término en sus columnas de opinión, como Irene Villa, el divulgador ambiental José Luis Gallego o Esteban González Pons. Asimismo, editoriales como Santillana o Hachette han incluido en sus libros de textos la palabra ‘basuraleza’ a través de actividades y ejercicios asociados.

Agentes sociales como Cruz Roja, la Fundación Reina Sofía, la Dirección General de Tráfico (DGT) y administraciones públicas autonómicas, locales y regionales han llevado su uso a sus comunicaciones o redes sociales. De hecho, Joaquín de los Nietos, alcalde de El Boalo (Madrid), pidió la inclusión de la palabra en la futura ley de residuos durante una comparecencia pública en el Congreso.

Por otro lado, la palabra ha tenido su recorrido en las redes sociales. En concreto, el término tuvo el año pasado 134.850.530 impresiones potenciales. Además, ‘basuraleza’ ha sido mencionada en Twitter en más de 71.000 ocasiones o más de 20.000 en Instagram.

CAMPAÑA

Bajo el lema “Recojamos Basuraleza en el diccionario para sacarla de la naturaleza”, Librea ha creado una campaña para concienciar a todos los actores sociales y conseguir que la palabra ‘basuraleza’ sea incluida en el diccionario de la RAE.

Así, invita a los ciudadanos a estar en “contacto directo” con la RAE como unos académicos más. Así, Libera ha creado un sillón virtual de la RAE en una web para que, sin moverse de casa, los usuarios participen en la petición de incluir la palabra en el diccionario a través de Twitter.

El impacto de la ‘basuraleza’ sobre la vida silvestre es uno de los campos mejor analizados hasta la fecha. En 1997, una revisión contabilizaba 247 especies afectadas. Nueve años después, en 2016, un nuevo informe triplicaba el dato hasta las 800 especies, aunque para entonces ya se empezaban a conocer estimas por encima de las 1.400 especies marinas y acuáticas afectadas.

La incidencia es especialmente grave en el caso de fauna y flora amenazada. Por el momento, se calcula que un 17% de las especies afectadas por la ‘basuraleza’ forma parte de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

“La mejor manera de trasladar un problema del campo a la sociedad es crear la herramienta con la que los seres humanos nos comunicamos: la palabra. Internacionalmente el término ‘littering’ está totalmente reconocido. Tres años después de que lanzáramos el término ‘basuraleza’ vemos que socialmente está reconocido, pero su inclusión en la RAE significaría el paso final para que este grave problema ambiental tenga nombre en la lengua española”, apuntó Miguel Muñoz, coordinador del Proyecto Libera en SEO/BirdLife.

Por su parte, Sara Güemes, coordinadora del proyecto Libera en Ecoembes, apuntó: “No podemos ser capaces de dimensionar un problema si no tenemos una palabra que lo defina. Queremos conseguir que se reconozca la palabra ‘basuraleza’ para que los ciudadanos sean conscientes de su gravedad y se sientan parte de la solución. Cuanto antes entre en nuestro vocabulario, antes saldrá de la naturaleza”.