Compitiendo en igualdad de condiciones junto al resto de atletas sin discapacidad, el vigente campeón paralímpico en Río 2016 y Tokio 2020 cuajó una gran actuación en la final llegando a lanzar el peso 38 centímetros por encima de su anterior récord mundial (17,04 metros) conseguido en los pasados Juegos de la capital nipona.

Era la segunda vez que López accedía a esta competición tan importante a nivel nacional, demostrando su gran estado de forma y su progresión durante los últimos años en esta modalidad atlética.

El público asistente a la pista cubierta de atletismo de Orense también pudo ver competir a otra atleta paralímpica con discapacidad visual, la gallega Adiaratou Iglesias, actual campeona paralímpica de 100 metros lisos y que debutada en unos campeonatos de España absolutos.

Iglesias, que tenía el aliciente de competir cerca de su gente, llegaba a la localidad gallega con el objetivo de acceder a las semifinales tras batir hace escasas fechas el récord de España paralímpico de 60 metros con una marca de 7,71 segundos.

La atleta de la Federación Española de Deportes para Ciegos cumplió el objetivo de clasificarse para la penúltima ronda con un nuevo récord paralímpico nacional (7,68 segundos), marca que volvió a repetir en semifinales donde quedó eliminada.