Los resultados de la investigación, publicada en la ‘International Nursing Review’, sostienen que la influencia de las condiciones sociodemográficas de los profesionales de enfermería cuando afrontan grandes niveles de estrés en el entorno laboral, es uno de los principales factores que perjudican la salud mental.

También refleja que, mientras el enfermero varón ha sido un factor protector durante la pandemia, las mujeres que desarrollan esta profesión perciben más emociones negativas y desarrollan, en mayor medida, factores estresantes.

Entre los casi 1.400 sanitarios encuestados, la mayoría de ellos afirmaron que los años de experiencia profesional han sido significativos a la hora de afrontar la pandemia provocada por la covid-19. Tanto es así, que aquellos que contaban con más de 15 años de experiencia profesional sufrieron un menor impacto en su salud mental que los profesionales más noveles. De hecho, su bagaje profesional les permite desarrollar “mejores estrategias para afrontar su día a día laboral”, según revela este estudio.

Asimismo, la formación se posiciona como un factor “clave”, ya que la investigación señala que las técnicas de cuidados auxiliares de enfermería sufren un mayor impacto en su salud mental que los enfermeros titulados.

Las conclusiones de esta investigación permiten plantean la necesidad de realizar estudios que permitan conocer cómo afectan los acontecimientos al trabajo diario de los profesionales de enfermería y descubrir los aspectos que les afectan para sí prevenir la aparición de patologías mentales derivadas de estas situaciones.