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Medio ambiente

9 Jun 2022

Guterres insta a “acelerar el fin de nuestra adicción a los combustibles fósiles”

La ONU alerta de que la humanidad está “muy lejos” de evitar “una catástrofe climática”

Redacción / Madrid

El secretario general de la ONU, António Guterres, asegura que la humanidad está “muy lejos” de evitar “una catástrofe climática” pese a que “el derecho a un medio ambiente sano está ganando terreno”, por lo que insta a los países a reducir un 45% las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 y lograr la neutralidad de carbono en 2050. 

Guterres indica que los seres humanos han sido “pobres custodios” del “frágil hogar” que es la Tierra, la cual se enfrenta a “una triple crisis planetaria” por la alteración del clima, la pérdida de naturaleza y biodiversidad, y la contaminación y los residuos. “Esta triple crisis está amenazando el bienestar y la supervivencia de millones de personas en todo el mundo”, asevera.

Guterres añade que “los componentes básicos de una vida feliz y saludable (agua limpia, aire fresco, un clima estable y predecible) están en desorden”, pese a que hace 50 años comenzó un movimiento ambiental global en una conferencia en Estocolmo (Suecia).

“Hemos reducido el agujero de ozono. Hemos ampliado las protecciones para la vida silvestre y los ecosistemas. Hemos puesto fin al uso de combustible con plomo, evitando millones de muertes prematuras. Y el mes pasado, lanzamos un esfuerzo global histórico para prevenir y poner fin a la contaminación plástica”, indica.

“DESAFÍOS MONUMENTALES”

Guterres destaca que pueden abordarse “desafíos monumentales” actuando “juntos” y recalca que conviene “hacer mucho más y mucho más rápido”. “Especialmente para evitar una catástrofe climática. Debemos limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados. Estamos muy lejos del camino”, apostilla.

Por ello, insta a los países a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% en 2030 y lograr la neutralidad climática en 2050. “Los principales emisores deben reducir drásticamente las emisiones a partir de este año. Esto significa acelerar el fin de nuestra adicción a los combustibles fósiles. Y acelerar el despliegue de energías renovables limpias”, sentencia.

Al mismo tiempo, defiende que se debe “invertir rápidamente en adaptación y resiliencia, en particular para los más pobres y vulnerables que menos han contribuido a la crisis”.

Según la ONU, cada año el mundo pierde 10 millones de hectáreas de bosques, una extensión similar a Islandia. Los ecosistemas sanos ayudan a proteger a la humanidad de las enfermedades porque la diversidad de especies hace más difícil la propagación de patógenos. Y alrededor de un millón de especies animales y plantas se encuentran en peligro de extinción.

RESTAURACIÓN DE LA NATURALEZA

Por otro lado, SEO/BirdLife reclama a las fuerzas políticas, con motivo del Día Internacional de la Madre Tierra, que atiendan a lo que dicen los científicos y "no retrasen más" ni la normativa ni la inversión necesaria para restaurar la naturaleza degradada en España y en la UE.

En particular, apremia a trabajar para que la UE cuente, antes de que acabe el año, con una Ley Europea de Restauración que incluya "objetivos ambiciosos, numéricos, vinculantes, que cubran como mínimo el 15% de la naturaleza degradada en cada uno de los Estados miembro". En la actualidad, su tramitación está paralizada.

Según la Agencia Europea para el Medio Ambiente (AEMA), hasta 263.000 kilómetros cuadrados de la UE -algo más de la mitad de la superficie de España- necesitan trabajos de restauración y 11.000 kilómetros cuadrados de bosques, praderas y dehesas, turberas, humedales y hábitats costeros han de ser directamente reconstruidos. Para ello, la UE calcula que será necesario plantar unos 3.000 millones de árboles para 2030 y restablecer al menos 25.000 kilómetros de flujo libre en ríos de toda Europa.

"Naciones Unidas ha dejado claro que solo contamos con este decenio para recuperar el mínimo de naturaleza que precisamos para sobrevivir y hacer frente al impacto del cambio climático, la desertificación y la contaminación, entre otros problemas ambientales. La comunidad científica, con más que sólidas evidencias, va más allá y apremia a redoblar esfuerzos en restauración. Sin embargo, una vez más, ni las fuerzas políticas ni los sectores económicos que viven de la naturaleza parecen dispuestos a actuar a la altura de la urgencia. Ni España, ni Europa, ni el planeta pueden esperar más”, señala la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.

COMUNIDADES ENERGÉTICAS

Por su parte, Amigos de la Tierra reclama al Gobierno español unas políticas que impulsen las comunidades energéticas y las sitúen como herramienta clave en la lucha frente al cambio climático.

Esta organización destaca que "avanzar hacia la soberanía energética basada en fuentes de energía renovable con participación ciudadana es uno de los objetivos principales y el camino a seguir". "De esta forma, no solo se reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero con la implantación de energías renovables, sino que se fomentaría la independencia energética del Estado, los precios se mantendrían estables y se promovería la justicia social y ambiental", asegura.

"Ahora mismo el Gobierno tiene que lidiar con graves problemas ocasionados por el modelo energético y de consumo actual: desde la crisis climática, hasta el alza de los precios de la energía, así como la dependencia energética del exterior. Prolongar la adicción al gas y a energías fósiles es contraproducente para el conjunto de la ciudadanía y el planeta. Las comunidades energéticas son la llave para asegurar una transición real y poner fin a gran parte de estos conflictos”, recalca Cristina Alonso, responsable de Justicia climática y energía de la organización.