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Luis Alberto Ambroggio

Entrevista

29 Jun 2022

Luis Alberto Ambroggio, poeta y antólogo

«La creación poética estadounidense está entrelazada con su desarrollo económico, político y social»

Esther Peñas / Madrid

A lo largo de sus más de quinientas páginas, la Antología de poetas laureados estadounidenses (Vaso Roto) hace un repaso a aquellos vates cuya honda huella puede rastrearse no solo en otros autores latinoamericanos o europeos. Nombres como Frost, Bishop o Lowell conforman un ramillete de propuestas de distintos imaginarios que trazan una constelación que se hermana con voces como Octavio Paz, Pablo Neruda la Generación de los 50. Conversamos con su antólogo, Luis Alberto Ambroggio (Córdoba, Argentina, 1945). 

De los poetas laureados que recoge, ¿cuál, a su juicio, es el que mayor imprenta ha dejado en los poetas venideros?

Resulta difícil escoger un poeta, pero sí me atrevo a mencionar varios de ellos por diferentes razones. Robert Frost con su icónico poema “El camino no elegido” es uno de los referentes. También lo son para las diferentes comunidades que componen los Estados Unidos: Gwendolyn Brooks, la primera poeta afroamericana laureada que ganó el premio Pulitzer; Juan Felipe Herrera, el primer poeta hispano-estadounidense nombrado poeta Laureado; Joy Harjo, de la comunidad nativa Muscogee (Creek) Nation; Elizabeth Bishop, una de las laureadas más reconocidas internacionalmente. En fin, incluyo a William Carlos Williams por su trascendencia imaginista y su tributo a Keats, y a Robert Lowell, poeta laureado entre 1947-1948 que con su poemario Life Studies, según Stanley Kunitz, llegó a ser «el libro más influyente en el verso moderno desde La tierra baldía», de T.S. Eliot, y a mi amigo Robert Pinsky, que ejerció el cargo por tres períodos y de quien la poeta Louise Glück, premio Nobel, afirma: «Robert Pinsky tiene lo que quizá tuvo Shakespeare: una destreza combinada con mundanalidad, la rapidez asombrosa del mago fusionada con una inteligencia sutil, además un gusto por las tareas y asignaciones para las que desarrolla soluciones ingeniosas».  

¿Qué caracteriza a la poesía estadounidense que la distingue del resto?

Imbuido en la poética de Whitman, comparto la afirmación del poeta y crítico norteamericano Selden Rodman cuando sostiene que la poesía estadounidense es la única del mundo dedicada a cantar la democracia. La creación poética estadounidense está radicalmente entrelazada con sus guerras, conflictos, la esclavitud, contextos constitucionales, y su desarrollo económico y social. En términos generales —como dice Ernesto Cardenal en la introducción a la Antología de la poesía norteamericana, que publicó con el destacado poeta nicaragüense José Coronel Urtrecho— «es una poesía preocupada casi toda ella por la justicia social».  Este eje discursivo de la democracia y la libertad va brotando desde el puritanismo colonial a las expresiones postcoloniales del siglo XIX, XX y XXI, con una forma, dicción, presencia del trascendentalismo y estilo propio realista, concreto, directo americano que expresa la vida diaria, lo cotidiano, con tendencias narrativas, anecdóticas, coloquiales con el lenguaje de todos, reflejando la realidad americana. Esto, en contraste a la visión, estilo literario y temáticas de la literatura europea, sin negar las influencias, siendo su originalidad, según Cardenal, la vinculación de la poesía americana con la naturaleza, tanto salvaje como la domesticada descriptiva de la vida rural y urbana, y de la sociedad industrializada y sus complejos contextos. Coronel Urtecho describió la poesía de Estados Unidos como «un arte viviente que sigue de cerca la evolución profunda del país y expresa cada vez con mayor variedad el alma americana individual y colectiva».

En líneas generales, ¿cree que esta poesía ha tenido el reconocimiento debido?

Creo que sí, de una forma natural, especialmente en los países de América, como una comunidad que comparte experiencias históricas con sus semejanzas, dentro de su diversidad, en la creación literaria. Los críticos apuntan la enorme influencia de la poesía estadounidense en Latinoamérica, como demuestran la admiración de José Martí por Walt Whitman, los poemas icónicos que le dedicaron a Whitman Darío, Vallejo, Lorca, Neruda o Pedro Mir, entre muchos otros. Otro ejemplo es el reconocimiento internacional que tuvo Edgar Allan Poe, que influyó en la obra de grandes escritores europeos. Utilizando un concepto distinto de reconocimiento, podríamos mencionar los premios Nobel de literatura otorgados a escritores y poetas estadounidenses, incluyendo el más reciente a Louise Glück, y anteriores como al poeta, cantautor Bob Dylan, William Faulkner, Ernest Hemingway, Toni Morrison o T.S. Eliot. Y numerosas editoriales han ido publicando cada vez más obras de poetas estadounidenses.  

Sorprende la ausencia de poetas beat dentro de los Laureados, ¿a qué se debe?

El nombramiento de «poeta laureado, consultor de poesía para la Biblioteca del Congreso», por el presidente de Estados Unidos, se concentraba en un poeta que uniera y promoviera la dinámica polifacética del valor cultural, en su expresión poética con el valor político de la nación. En este sentido, pienso que la postura de la Generación Beat, con su rechazo a los valores estadounidenses clásicos, el uso de drogas, la libertad sexual, la predominancia de la filosofía oriental, no encajaba con las exigencias de este cargo de asesor y líder de iniciativas literarias, para ser consultado por los representantes de la nación. 

Cubierta del libro¿Cuál es la principal influencia de la poesía estadounidense?

Creo que la influencia personificada por Whitman en la poesía hispanoamericana y universal es destacable. El gran crítico literario Fernando Alegría decía que es como un duende subrepticiamente omnipresente. Como lo documento en mi libro Todos somos Whitman desde Darío, pasando por la comunión con César Vallejo y sus posiciones sociopolíticas, el Canto General de Pablo Neruda, el deseo de Borges de ser Whitman, sus infinitas traducciones, indican su influencia en la democracia poética, mensaje de inclusividad, libertad, sensualismo lírico y rebeldía estilística. También hay muchos otros poetas norteamericanos que han tenido una notable influencia, como la reservada soberana Emily Dickinson, Poe, Ezra Pound o el propio Eliot, que influyó en la Generación de los 50, o los poetas de la Generación Beat.

¿Louise Glück merecía más que otros el Nobel?

El reconocimiento de los méritos para el Premio Nobel de literatura, a mi juicio, es relativo y tiene que ver con influencias que trascienden la creación literaria. Por ejemplo, es increíble que Borges no haya recibido este premio por razones ajenas a las letras. Muchos de los poetas laureados podrían haber sido elegidos. Por cierto, Louise Glück, si bien no tan conocida fuera de los Estados Unidos, como sostengo en la Antología, se la considera como una de las figuras más relevantes y talentosas de la poesía lírica contemporánea de los Estados Unidos. Ha recibido a lo largo de su carrera literaria numerosos y muy prestigiosos reconocimientos.

En algunos de estos casos que usted compila, ¿la biografía del poeta sobrepasa por poética su propia obra?

El poeta, decía Juan Gelman, habla por lo que escribe. A mí me resultó fascinante la vida de estos poetas, con detalles de tragedia, drama, situaciones épicas y el lirismo que los acompaña en sus pasos desde el amor a la muerte, en la existencia real y expresada. Y quise, dentro del espacio permitido, compartir la abundancia de sus complejas, talentosas y exitosas vidas, en términos de detalles biográficos como de creación poética, publicaciones, cargos distinguidos, premios, críticas.  

Para quien no haya leído nada de poesía norteamericana, ¿por dónde recomendaría usted empezar?

Creo que esta antología ofrece un panorama interesante y diverso, con abundancia de poemas relevantes y referentes biobibliográficos de la poesía norteamericana, a pesar de las ausencias. Por supuesto, no se puede omitir la lectura de Hojas de hierba de Walt Whitman, ni La tierra baldía de T.S. Eliot, ni las obras de Emily Dickinson, Langston Hughes, Ezra Pound, Kerouac, Ginsberg, y muchos otros poetas estadounidenses. 

¿Cuál ha sido el criterio a la hora de escoger los poemas?

Los poemas se tomaron de la selección efectuada y editada por Elizabeth Hun Schmidt, en su volumen The Poets Laureate Anthology. El criterio de mi selección final fue ofrecer los poemas más famosos, representativos y conocidos de cada poeta. El primer criterio que hemos tenido para esta selección ha sido naturalmente el de la excelencia, queriendo mostrar en ella principalmente la más genuina y representativa corriente de la poesía norteamericana, los poemas más típicos americanos.