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Cambio climático

Emergencia climática

29 Jul 2022

China y Rusia, entre los ocho países que se abstuvieron en una resolución con 161 votos a favor

La ONU hace historia al declarar el derecho humano a un medio ambiente limpio, sano y sostenible

Redacción / Madrid

La Asamblea General de la ONU adoptó este jueves una resolución histórica por la que declara el acceso a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible como un derecho humano universal.

La resolución, basada en un texto similar adoptado el año pasado por el Consejo de Derechos Humanos, contó con 161 votos a favor y 8 abstenciones (de Bielorrusia, Camboya, China, Etiopía, Irán, Kirguistán, Rusia y Siria), y en ella se insta a los Estados, organizaciones internacionales y empresas a intensificar los esfuerzos para garantizar un medio ambiente saludable para todos.

Así, 74 años después de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la comunidad internacional reconoce el derecho al medio ambiente como uno más de los derechos inherentes al ser humano.

El secretario general de la ONU, António Guterres, acogió con beneplácito la adopción de esa "resolución histórica" y apuntó que ello demuestra que los países pueden unirse en la lucha colectiva contra la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.

“La resolución ayudará a reducir las injusticias ambientales, cerrar las brechas de protección y empoderar a las personas, especialmente a aquellas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, incluidos los defensores de los derechos humanos ambientales, los niños, los jóvenes, las mujeres y los pueblos indígenas”, apuntó Guterres en un comunicado.

Guterres añadió que esta decisión también ayudará a los países a acelerar la puesta en marcha de sus obligaciones y compromisos ambientales y de derechos humanos. “La comunidad internacional ha dado reconocimiento universal a este derecho y nos ha acercado a hacerlo realidad para todos”, indicó.

El titular de la ONU subrayó que la resolución aprobada es "solo el comienzo" e instó a los países a hacer de este derecho recientemente reconocido "una realidad para todos, en todas partes".

El texto, presentado originalmente el pasado mes de junio por Costa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza, y ahora copatrocinado por más de 100 países (entre ellos, España), señala que el derecho a un ambiente sano está relacionado con el derecho internacional vigente y recalca que su promoción requiere la plena aplicación de los acuerdos ambientales multilaterales.

También reconoce que el impacto del cambio climático, el manejo y uso insostenible de los recursos naturales, la contaminación del aire, la tierra y el agua, la gestión inadecuada de productos químicos y desechos, y la consiguiente pérdida de biodiversidad interfieren en el disfrute de este derecho y que el daño ambiental tiene implicaciones negativas, tanto directas como indirectas, para el goce efectivo de todos los derechos humanos.

DE "ROGAR" A "EXIGIR"

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, elogió el reconocimiento del derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas y pidió medidas urgentes para hacerlo realidad para todos. "Esta decisión refleja que todos los derechos están conectados con la salud de nuestro medio ambiente. Cada persona, en todas partes, tiene derecho a comer, respirar y beber sin envenenar sus cuerpos al hacerlo, y a poder vivir en armonía con el mundo natural, sin amenazas cada vez mayores de colapso de los ecosistemas y catástrofe climática", destacó.

Bachelet agregó al respecto: "Hoy es un momento histórico, pero simplemente afirmar nuestro derecho a un medio ambiente saludable no es suficiente. La resolución de la Asamblea General es muy clara: los Estados deben cumplir sus compromisos internacionales y redoblar sus esfuerzos para cumplirlos. Todos sufriremos efectos mucho peores de las crisis ambientales, si no trabajamos juntos para evitarlos colectivamente ahora".

Según el relator especial de la ONU sobre derechos humanos y medio ambiente, David Boyd, esta decisión de la Asamblea General de la ONU cambiará la naturaleza misma del derecho internacional de los derechos humanos. “Los gobiernos han hecho promesas de limpiar el medio ambiente y abordar la emergencia climática durante décadas, pero tener derecho a un medio ambiente sano cambia la perspectiva de la gente de 'rogar' a exigir a los gobiernos que actúen”, apuntó.

CINCO DÉCADAS

En 1972, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente en Estocolmo, que finalizó con su propia declaración histórica, fue la primera en colocar los temas ambientales al frente de las preocupaciones internacionales y marcó el inicio de un diálogo entre países industrializados y en desarrollo sobre el vínculo entre el crecimiento económico, la contaminación del aire, el agua y el océano, y el bienestar de las personas en todo el mundo.

Los Estados miembro de la ONU declararon entonces que las personas tienen el derecho fundamental a "un medio ambiente de una calidad que permita una vida digna y de bienestar", y llamaron a la acción concreta y al reconocimiento de este derecho.

El pasado mes de octubre, tras décadas de trabajo de naciones en la primera línea del cambio climático, como el archipiélago de las Maldivas, así como de más de 1.000 organizaciones de la sociedad civil, el Consejo de Derechos Humanos finalmente reconoció este derecho y pidió a la Asamblea General de la ONU que hiciera lo mismo.

“Desde un punto de apoyo en la Declaración de Estocolmo de 1972, el derecho se ha integrado en constituciones, leyes nacionales y acuerdos regionales. La decisión de hoy eleva el derecho a donde pertenece: el reconocimiento universal”, señaló Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

Andersen deseó que el reconocimiento del derecho a un medio ambiente saludable, aunque no sea legalmente vinculante (es decir, los países no tienen la obligación legal de cumplirlo) sea un catalizador para la acción y empodere a la gente para que haga que sus gobiernos rindan cuentas. "Es una victoria que debemos celebrar. Mi agradecimiento a los Estados miembro y a miles de organizaciones de la sociedad civil y grupos de pueblos indígenas, y a las decenas de miles de jóvenes que abogaron sin descanso por este derecho. Pero ahora debemos construir sobre esta victoria e implementar el derecho", apostilló.

La directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, destacó que este jueves es “un día histórico que culmina el trabajo de años reclamando el reconocimiento de este derecho”. “Desde este momento, trabajaremos para que su cumplimiento sea efectivo y no se quede en una declaración de intenciones. Desde ya, nuestras sociedades cuentan con una nueva herramienta para asegurar leyes, políticas, acciones y decisiones empresariales que pongan freno a, la situación de emergencia ecológica que atravesamos y que estamos viendo, claramente, estos días con el impacto de las olas de calor en nuestro país”, explicó.

TRIPLE CRISIS PLANETARIA

El nuevo derecho humano será crucial para afrontar la triple amenaza ambiental que afronta actualmente la humanidad y a la que alude habitualmente Guterres: el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Todas ellas están mencionadas en el texto de la resolución.

Las consecuencias del cambio climático son cada vez más evidentes con el aumento de la intensidad y la gravedad de las sequías, la escasez de agua, los incendios forestales, el aumento del nivel del mar, las inundaciones, el derretimiento del hielo polar, las tormentas catastróficas y la disminución de la biodiversidad, según la ONU.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que la contaminación del aire es la mayor causa de enfermedad y muerte prematura en el mundo, con más de siete millones de personas que mueren prematuramente cada año debido a la contaminación.

Finalmente, la disminución o desaparición de la diversidad biológica, que incluye animales, plantas y ecosistemas, afecta el suministro de alimentos, el acceso al agua limpia y la vida tal y como se conoce.