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Plásticos

Medio ambiente

1 Dic 2022

Cada europeo genera casi 180 kilos de residuos de envases al año

La Comisión Europea propone que todos los envases de productos sean reciclables en 2030

Redacción / Madrid

La Comisión Europea propuso este miércoles nuevas normas sobre envases de productos para toda la UE para que todos ellos sean reciclables en 2030, prevenir que se generen residuos y crear un mercado de materias primas secundarias que funciones correctamente para que aumente el uso de plásticos reciclados con objetivos obligatorios. Esa propuesta relativa a los envases y residuos de envases será examinada por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo antes de su aprobación definitiva.

El propósito fundamental del Ejecutivo comunitario es hacer frente a los envases como fuente cada vez mayor de residuos. Cada europeo genera casi 180 kilos de residuos de envases al año.

Además, los envases están entre los principales usuarios de materiales vírgenes, ya que un 40% de los plásticos y el 50% del papel que se utilizan en la UE se destina a ellos. Si no se adoptaran medidas, los residuos de envases en general aumentarían otro 19% de aquí a 2030 y un 46% en el caso de los de envases de plástico.

La Comisión Europea pretende reducir los residuos de envases en un 15% por persona y Estado miembro de la UE hasta 2040 en comparación con las cifras de 2018. Ello reduciría los residuos comunitarios en un 37% frente a lo que ocurriría si no se modificara la legislación y este objetivo se conseguiría tanto con la reutilización como con el reciclado.

Para fomentar la reutilización o el rellenado de envases, que han registrado un fuerte descenso en los últimos 20 años, las empresas tendrán que ofrecer a los consumidores un determinado porcentaje de sus productos (por ejemplo, de las bebidas y comidas para llevar o de las entregas de comercio electrónico) en envases reutilizables o rellenables.

Para evitar el envasado innecesario, se prohibirán determinadas formas de envases, tales como los de un solo uso para los alimentos y bebidas consumidos en restaurantes y cafés, los de un solo uso para frutas y hortalizas, las botellas miniatura de champú y otros envases miniatura en los hoteles.

NUEVOS DISEÑOS

Muchas de las medidas previstas tienen por objeto hacer que los envases sean completamente reciclables en 2030, lo que incluye la fijación de criterios de diseño para los envases, la creación de sistemas obligatorios de depósito y devolución para botellas de plástico y latas de aluminio, y la aclaración de cuáles son los tipos muy limitados de envases que deberán ser compostables, para que los consumidores puedan depositarlos en los contenedores destinados a los biorresiduos.

También habrá índices obligatorios de contenido reciclado que los productores deberán incluir en los nuevos envases de plástico. Esto contribuirá a convertir el plástico reciclado en una materia prima valiosa, tal como demuestra el ejemplo de las botellas de PET en el contexto de la Directiva sobre los plásticos de un solo uso.

La propuesta despejará la confusión acerca de qué contenedor de reciclado debe utilizarse para cada tipo de envase, el cual llevará una etiqueta en la que se indicará de qué está compuesto y a qué flujo de residuos pertenece. Los contenedores de recogida de residuos llevarán las mismas etiquetas. Se utilizarán los mismos símbolos en toda la UE.

De aquí a 2030, las medidas propuestas permitirían reducir a 43 millones de toneladas las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de los envases, frente a los 66 millones de toneladas que se generarían si no se modifica la legislación, una reducción que equivale a las emisiones anuales de Croacia.

El consumo de agua disminuiría en 1,1 millones de metros cúbicos. Los costes de los daños medioambientales para la economía y la sociedad experimentarían una reducción de 6.400 millones de euros con respecto a la base de referencia de 2030.

600.000 EMPLEOS

Las industrias de los envases de un solo uso tendrán que invertir en la correspondiente transición, pero los efectos globales en la UE en términos económicos y de creación de empleo son positivos.

Se espera que el fomento de la reutilización por sí solo genere más de 600.000 puestos de trabajo en el sector de la reutilización hasta 2030, muchos de ellos en pequeñas y medidas empresas locales.

La Comisión Europea prevé una innovación en soluciones de envasado que propiciarán la disminución, la reutilización y el reciclado. También está previsto que cada europeo ahorre casi 100 euros al año si el ahorro de las empresas se repercutiera en los consumidores.

Así pues, las nuevas normas pretenden poner fin a reducción de envases. Para los consumidores, permitirán contar con opciones de envases reutilizables y poner fin al envasado innecesario, limitarán el envasado excesivo y proporcionarán claridad a las etiquetas en apoyo de un reciclado correcto.

Y para la industria, crearán nuevas oportunidades de negocio -especialmente para las empresas más pequeñas-, disminuirán las necesidades de materiales vírgenes, estimularán la capacidad de reciclado de Europa y reducirán su dependencia de recursos primarios y de proveedores exteriores.

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