Si lo concreto son las nubes, ¿con qué se corresponde la abstracción? 

Con la lluvia.

¿Para qué conviene mirarlas, las nubes? 

Para disfrutarlas, sobre todo, y para saber si te vas a mojar.

¿Cuál es el criterio en la selección de los poemas? 

Cada poeta tiene cuatro páginas en el libro y puede disponer de ellas como prefiera: con poemas cortos o con un poema que cubra las cuatro. A partir de ahí, la selección es completamente personal. Normalmente son poemas que hemos escrito en y para el taller.

Cuando uno escribe, ¿suele estar enfrascado en sus nubarrones? 

Claro, para qué negarlo. También cuando escampa. La climatología interior es muy importante.

De los muchos poetas que aparecen en la selección, ¿qué puntos de intersección mantenéis? 

El taller de Clave 53, coordinado por Giusseppe Domínguez, es nuestro nexo. El amor por la poesía y un cierto grado de locura divertida, la intersección.

¿Podría hablarse de diferencias de sexo en la manera de escribir? 

Yo no lo percibo entre mis compañeros y compañeras, ni en la escritura en general. Creo que influyen más otros factores, los propios de cada escritor o escritora y su entorno. A lo largo de la historia, han sido muchas las mujeres que han publicado con identidad masculina y nadie pareció darse cuenta. Recientemente, tres hombres se hicieron pasar por una mujer y crearon una trilogía de novela policiaca que se convirtió en éxito de ventas.

Cuando la poesía se habita de manera colectiva, ¿qué se gana? 

Se gana en diversidad. Nunca dejo de sorprenderme de lo distinto que podemos escribir cada uno bajo un mismo tema o título. Tenemos registros muy diferentes para expresarnos y eso es enriquecedor.

¿Cuál ha sido el último libro que te ha emocionado? 

Los peces no cierran los ojos, del escritor italiano Erri de Luca; es el último libro que hemos comentado en el Club de Lectura de Fundación ONCE, y me atrapó desde el primer momento. Me encantaría ser uno de los personajes para observar de cerca al protagonista. Y el inmediatamente anterior que me ha emocionado ha sido Océano Mar, de Alessandro Baricco. Tantos años oyendo hablar de él y no ha sido hasta hace poco que lo he leído. Encuentro bastantes similitudes entre los dos y ambos me han sacudido por dentro.

Caminando «desorientada, por un pasillo estrecho», ¿qué puede encontrarse? 

Un fantasma tan desorientado como tú, una gata de tres patas, una puerta cerrada, una ventana abierta al final del pasillo.