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Encina de San Roque | Foto de Ayuntamiento de Colindres

Medio ambiente

20 Feb 2023

El actor Eduardo Noriega ha grabado un vídeo en el que anima a votar por la candidata española

La Encina de San Roque, con 400 años en Cantabria, aspira a ser el Árbol Europeo del Año

Redacción / Madrid

La Encina de San Roque, un majestuoso ejemplar de más de 16 metros de altura, cuatro metros de perímetro de tronco y unos 400 años de antigüedad ubicado en Colindres (Cantabria), compite junto con otros 14 ejemplares en la 13ª edición del Árbol Europeo del Año, un concurso que busca poner en valor el patrimonio natural a través de algunos de los árboles más majestuosos, antiguos, gigantes y/o históricos.

Las votaciones estarán abiertas hasta el próximo 28 de febrero en la web. El resultado se dará a conocer en el Parlamento Europeo el próximo 21 de marzo.

El actor Eduardo Noriega ha grabado un vídeo en el que anima a votar por la candidata española y el naturalista Rob McBride, conocido como ‘Tree Hunter’ y embajador del concurso Árbol Europeo del Año, visitó la Encina de San Roque el pasado jueves.

En el Monte de La Redonda, en el barrio de San Roque de Colindres (Cantabria), la vieja Encina de San roque arraiga sus raíces desde hace cerca de 400 años años junto a una ermita dedicada al santo que le da su nombre.

Antiguamente, este lugar fue un denso bosque mixto atravesado por uno de los caminos más importantes de la península desde la Edad Media, el Camino Real o de Castellanos. Fue utilizado durante siglos por los mercaderes de la lana y el trigo quienes, desde Castilla, trasladaban sus mercancías hasta los puertos de Colindres y Laredo para embarcarlas rumbo a los países del norte de Europa.

“REFERENTE HISTÓRICO”

Este árbol atesora la memoria histórica de la zona. La gran la demanda de materias primas, madera de roble y castaño para la construcción de barcos y de encina para la obtención de carbón para las fábricas de balas y cañones esquilmaron los bosques de Colindres y sus alrededores, con lo que dejaron un paisaje deforestado para la posteridad. Pese a ello, la Encina de San Roque permanece en su lugar.

En 1778, casi un siglo después del ocaso de los astilleros, la Encina de San Roque aparece representada, destacando su magnífico porte, en el plano de la Ruta de la Sal (conservado en el Archivo Histórico Nacional), documento utilizado por los mercaderes de aquel denominado oro blanco que, extraído de las minas de Burgos, era transportado hasta los pueblos de la costa, donde fue muy necesario para la elaboración de pescados en salazón.

“Este árbol es un símbolo y un referente histórico de la importancia que tuvieron los árboles en el pasado, merece nuestro respeto y proclamación como Árbol del Año 2023”, explica Susana Domínguez, presidenta de Bosques Sin Fronteras, asociación promotora del concurso en España y que tutela la candidatura nacional en el concurso europeo.

La Encina de San Roque representa la candidatura más votada en un concurso al que se presentaron ocho ejemplares y dos bosques de otras provincias de España, organizado por Bosques sin Fronteras en colaboración con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y la Fundación Feuvert.

Ese ejemplar logró 6.123 votos y adelantó en el apoyo popular al Plátano de Biar (Castellón) y al Carballo de Santa Margarita (Pontevedra).