El ganador del Premio Puskás fue elegido por aficionados de todo el mundo y expertos. El tanto de Oleksy se impuso en la votación a los goles de los finalistas Dimitri Payet y Richarlison.

"Mi compañero Dawid (Novak) hizo el pase. Cuando vi que se acercaba al balón, supe que venía hacia mí. Conecté muy limpiamente. Fue puro. Cuando le pegué, seguí el balón con la mirada y vi cómo entró por la escuadra. Siempre quise marcar un gol bonito. Después del gol, me sentí muy orgulloso. Me erguí, saqué pecho. Estaba tan, tan feliz", apuntó Oleksy.

SU HISTORIA

Oleksy, trabajador de la construcción de 35 años, tuvo un accidente que le cambió la vida el 20 de noviembre de 2010. Estaba trabajando para rellenar un agujero en la carretera cuando un vehículo se salió de la vía y se cruzó en su camino. Entonces tenía 23 años y, en declaraciones a FIFA, a principios de este año, tenía temores sobre "si viviría o moriría".

Oleksy perdió y recuperó el conocimiento mientras era trasladado al hospital, y continuó así después de recibir tratamiento analgésico en el centro. "Me desperté después de la operación. Fue entonces cuando vi lo que había pasado. Una de mis piernas había desaparecido. No me sentí triste. Tal vez fuera porque, justo después del accidente, vi el aspecto de mis piernas, así que, de alguna manera, estaba preparado para eso", apuntó.

Recibió el alta hospitalaria en silla de ruedas y admitió que le resultó muy difícil la adaptación a su nueva vida, sobre todo porque su pareja, Ewelina, estaba embarazada.

"Fue muy duro para mí al principio porque mi pareja tenía que asumir la mayoría de las responsabilidades", explicó, antes de agregar: "Ella estaba embarazada y yo me sentí como si fuera otro bebé. Me sentí muy mal por ello. No tenía tiempo para sí mismo porque me estaba cuidando. Estoy muy agradecido por lo que hizo por mí. Gracias a ella, volví a ser yo mismo".

IKER CASILLAS

Antes del siniestro, Oleksy era un guardameta que idolatraba a Iker Casillas, del Real Madrid. No jugó durante varios años tras perder la pierna izquierda, pero un partido con su hijo Tomasz le devolvió el entusiasmo por el fútbol. "La primera vez que volví a patear el balón fue con mi hijo y eso me hizo muy feliz", indicó Oleksy, que también tiene una hija de cinco años, Antonina. "También fue como un punto de inflexión para mí. Empecé a entrenar de nuevo y luego a jugar al fútbol para amputados", agregó.

Oleksy no tardó en hacerse un nombre en la liga de fútbol para amputados y sus actuaciones le valieron la convocatoria de la selección nacional polaca de fútbol para amputados, donde se ha consolidado como un jugador clave. Su fama se disparó tras su nominación al Premio Puskás.

En medio de la votación pública del Premio Puskás, Robert Lewandowski, futbolista del FC Barcelona, compatriota de Oleksy y dos veces ganador del premio The Best al Jugador Masculino de la FIFA, publicó un mensaje de apoyo para él en las redes sociales. "Fue muy bonito que Robert me mencionara. Estoy muy orgulloso. En Polonia, mucha gente quiere a Robert y le admira. Es embajador del fútbol polaco de amputados desde hace un par de años. Ha apoyado nuestro fútbol durante mucho tiempo", recalcó el ganador al mejor gol del año pasado.

Oleksy confió en que la publicidad que el fútbol para amputados ha obtenido con su nominación al Premio Puskás -y su posterior triunfo- pueda elevar ese deporte a nuevos niveles. "Espero que el mundo vea que hacemos lo que nos gusta", declaró Oleksy, al tiempo que señaló: "Me alegro mucho por este deporte. Siento que no fui sólo yo quien marcó el gol, sino que toda la familia del fútbol de amputados lo marcó junta".