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Fundación Tony Manero

Entrevista

16 Abr 2020

Fundación Tony Manero

“El amor fatal ha creado una industria muy rentable a su alrededor”

Esther Peñas / Madrid

En un momento vital de pause, donde pareciera que la vida más allá de los balcones o ventanas ha quedado paralizada por una epidemia fatal, la Fundación Tony Manero presenta su nuevo disco. Sí, lo presenta. Música para adultos se llama, un ramillete de diez canciones ante cuya escucha, marca de la casa, es difícil permanecer quieto. Más si retoman las melodías más discotequeras a las que nos han acostumbrado. Paquito Sex Machine afina su registro soul, Miguelito Superstar pone el flow, y Lalo López la voz en dos temas. Ya suena la música.

¿Cómo suena la música para adultos?

Lalo López: ¡Hoy en día si no es trap o reggaeton, es música de gente mayor! Pero eso no es malo, simplemente cada generación tiene su música popular. En nuestro caso, con el título del disco nos reímos de nosotros mismos: somos una banda de gente que ronda los cuarenta, y que vive a caballo entre la música de baile, la nocturnidad y la fiesta, y por otro lado la familia, la vigilia y los chiquiparks. Nos gusta que eso se refleje en las letras, y seguramente hablar de las interferencias que surgen entre ambos mundos es lo que sitúa nuestro discurso más en la órbita de los "adultos que se sienten jóvenes". Aunque tal vez también les molemos a los “jóvenes que se sienten adultos".... ¡No sé!

¿Cómo sabe uno que ha entrado musicalmente en la madurez?

Miguelito Superstar: Porque hace una ópera rock con hilo argumental que referencia a su juventud y que tiene una duración innecesariamente larga… Ahora que lo pienso eso es lo que hicimos nosotros con Pandilleros en 2009, así que ya llevamos unos cuantos años de madurez, supongo.

Pienso en su primer single, Femme Fatal, ¿el amor tóxico es peor que una resaca? 

L.L: ¡Siempre! La resaca dura acostumbra a durar un día... una semana a lo sumo si te has puesto muy fino. ¡Una relación tóxica puede tener una resaca eterna! Aunque hay que reconocer que da para mucha literatura, y que ha sido la base económica de muchos profesionales de la medicina interna. El amor fatal ha creado una industria muy rentable a su alrededor.

A su juicio, ¿cuál sería la femme fatale de la música?

M.S.: ¿En el sentido de su peor enemigo? ¿Aquella figura por la que se siente irremediablemente atraída pero no le hace ningún bien? Fácil: el músico.

Hoy en día resulta difícil imaginar algún contenido que escandalice, como prevenían los dos rombos que sirven de portada de su trabajo. ¿Ante qué contenidos colocarían ustedes dos rombos?

L.L.: Aunque nos gustaba como icono del disco porque ilustraba la idea de contenidos para adultos y añadía un punto de nostalgia setentera a la gráfica, particularmente creo que las advertencias parentales son ridículas... ¡No sé qué hubiese sido de mí si no hubiese hecho caso omiso de ellas! Todas las pelis de vampiras lesbianas, monstruos adolescentes de serie B y cómics underground que me hubiese perdido... Sería otra persona, ¡quizás hasta fuese informático! Dicho esto, pondría TRES rombos a las mierdas que dicen los fachas de la ultraderecha. Y dos y medio a la telebasura, porque no estoy seguro de que la gente que la mira entienda que es pura contaminación para el cerebro (los monstruos no, lo sabe todo el mundo).

Uno, siendo ya adulto, ¿no se cambia tanto?

M.S.: Yo me sigo cambiando los calzoncillos cada día. Incluso estando confinado. Reconozco que en el confinamiento hago durar los calcetines algo más, pero no creo que tenga tanto que ver con ser adulto como con menos uso.

Un músico adulto, ¿pierde frescura y gana en profesionalidad?

L.L.: En muchos casos sea joven o adulto sigue ganando el mismo dinero... ¿Qué más da lo demás? No, en serio, seguro que gana en profesionalidad con los años, eso es inevitable aunque hagas música para impresoras (que existe, no os bacilo). Quizás pierdes esa inconsciencia de cuando empiezas, en la que te pasas por el forro normas, reglas y haces tu camino sin atender a nada ni nadie (básicamente porque nadie te conoce). Creo que la frescura es algo que no se pierde, simplemente hay etapas en las que estás más espeso y otras más fino, pero no hay que glorificar la “frescura”. Esa presión creativa puede ser mal socio. Hay que observar la trayectoria de una artista como un reflejo de sus distintas etapas vitales, y valorar cada trabajo por lo que aporta al global.

El funk es un tipo de música perfecto ¿para qué estado del alma?

M.S.: El funk (como el rock, el jazz o cualquier estilo musical) tiene muchas vertientes y puede iluminar diferentes estados de ánimo, desde el más romántico al más tétrico (yo me he hundido muy profundamente en la miseria escuchando a los Ohio Players, por ejemplo). Por supuesto es un estilo que se suele asociar a momentos más alegres o gamberros, pero limitarlo a eso es perderse una parte importantísima del género.

¿De qué cura bailar?

L.L.: De casi todo. Conozco pocas cosas más terapéuticas que el bailar. Aunque lo hagas fatal. ¡El movimiento corporal como respuesta al estímulo musical es una herramienta de auto-expresión brutal! Asocio noches interminables de baile que he vivido a momentos de felicidad muy pura e inocente. Mi padre, cuando yo tenía dieciocho años e iba a la discoteca hasta altas horas, pensaba que iba para ligar. Estaba equivocado, iba para bailar y sentirme uno con la música junto a mucha gente con la que compartía esa voluntad. La música de baile es una celebración colectiva de la música y el movimiento es uno de los fenómenos más positivos de la cultura universal del último siglo.

¿Cómo capea la epidemia la Fundación Tony Manero?

M.S.: Pues cada uno en su casa, eso para empezar. Y para continuar imagino que igual que todo el mundo, con paciencia, incertidumbre y momentos de angustia mezclados con momentos de sensación vacacional. En resumen, un popurrí espectacular de emociones.

¿No es una temeridad lanzar un disco en pleno confinamiento?

L.L.: Pues ni idea... ¿Lo es? Ahora que todo el mundo retrasa sus lanzamientos para otoño y navidades... no creo que un pequeño grupo de disco-funk de Barcelona editado por un pequeño sello deba hacer lo mismo si quiere que le escuchen. Es evidente que nos perjudicará porque no podremos hacer las presentaciones acompañando la salida del disco y así hacer más ruido en medios, pero por otro lado estaremos generando contenidos más allá de vídeos en streaming grabados en móvil en nuestro comedor (que me parecen geniales y que, seguro, haremos). Todos estos meses podremos explicar el disco, compartirlo con nuestros amigos y tratar de llegar a toda esa gente que está en casa buscando entretenerse y, por qué no, bailar para sentirse mejor.

¿Cuál es la última canción que han descubierto y que les ha conmovido?

M.S.: Damon Locks and Black Monument Ensemble, “Stay Beautiful”. Estrenado apenas hace una semana la Black Monument Ensemble, es un proyecto del ilustrador y músico Damon Locks. El disco que sacaron el año pasado (grabado en directo) es hermosísimo, y este tema, extraído del mismo concierto, ideal para recuperar la calma en estos tiempos extraños. Editado por el altamente recomendable sello de Chicago International Anthem.