El pleno seguirá el protocolo que marca la tradición tricentenaria pero, por primera vez, los académicos no estarán sentados en la representativa mesa ovalada, cuyo diseño se atribuye al dramaturgo Eugenio Hartzenbusch, ya que contravendría las recomendaciones de seguridad sanitarias dictadas por el estado de alarma.

Desde el pasado 12 de marzo, la RAE había interrumpido los plenos por la crisis del coronavirus, de forma que los académicos dejaron de reunirse cada jueves del curso académico, como es costumbre.

“Nunca antes se habían cancelado sus plenos por cuestiones sanitarias, aunque sí cerró sus puertas por motivos políticos durante la invasión napoleónica, la Segunda República y la Guerra Civil”, recordó la Academia en un comunicado.

Uno de los objetivos principales del pleno de hoy es planificar la actividad de la RAE ante esta nueva situación, incluyendo el trabajo del Diccionario de la Lengua Española (DLE), la situación del diccionario histórico, abordar una nueva edición del Diccionario panhispánico de dudas y los trabajos del Diccionario panhispánico del español jurídico, que se espera presentar el próximo mes de junio.

Pese a la parálisis, el trabajo de la RAE no cesó y tanto los empleados como los académicos han continuado con sus tareas habituales desde sus casas. De hecho, la RAE ha impulsado iniciativas en este tiempo de confinamiento como #QueLasLetrasTeAcompañen.

El Diccionario de la Lengua Española (DEL) recibió el último mes 84 millones de visitas, 20 millones más que en febrero. La RAE también mantiene activo el servicio de consultas lingüísticas, que utilizan miles de personas vía Twitter y que ha resuelto más de 9.000 dudas durante la cuarentena.