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Rodríguez y García Bragado

#DiálogosParalímpicos

20 Nov 2020

La competición mundial se aplazó a 2021

Jesús García Bragado y Susana Rodríguez ven en la vacuna anticoronavirus un “requisito” para ir a los Juegos de Tokio

Servimedia / Madrid

El atleta olímpico Jesús García Bragado y la triatleta paralímpica Susana Rodríguez han señalado que deberán vacunarse contra el coronavirus, como el resto de deportistas, porque será un "requisito" necesario para competir en los Juegos de Tokio que se han aplazado al próximo año debido a la pandemia de Covid-19.

Así lo comentaron en una nueva edición de los #DiálogosParalímpicos de Servimedia que se celebró de forma telemática, moderó el director general de esta agencia de noticias, José Manuel González Huesa, y contó con el apoyo de CaixaBank.

Rodríguez, que ha estado trabajando como residente de medicina física y rehabilitación en el Clínico de Santiago, se declaró una "acérrima defensora" de los estándares internacionales de vacunación y apuntó que los laboratorios están realizando "un esfuerzo muy grande" para conseguir vacunas que erradiquen el coronavirus.

Apuntó que la vacuna anticoronavirus será "un requisito" para poder desplazarse hasta Tokio y competir en los Juegos Olímpicos o Paralímpicos, y destacó que "las vacunas han sido cruciales para el desarrollo de la sociedad".

Por su parte, García Bragado comentó que, al igual que Rodríguez, "sin lugar a dudas" se vacunará contra el coronavirus y añadió que la dosis podría tener un efecto secundario "durante unas horas". "No va a ser mucho más complicado que eso. Hay que hacerse a la idea de que será una de las condiciones para poder viajar e ir a unos Juegos Olímpicos", dijo.

Tanto Rodríguez como García Bragado compaginan sus entrenamientos y competiciones con profesiones sanitarias, ya que ella es médica y él, podólogo, y comentaron las dificultades que les supuso el estallido de la pandemia para desempeñar sus tareas profesionales no deportivas.

Así, García Bragado indicó que un profesional sanitario debe realizar "práctica clínica" para estar en contacto con pacientes y mejorar su formación, lo cual fue complicado en el primer estado de alarma, con el que entre marzo y junio se decretó un confinamiento domiciliario a toda la población española. De hecho, esa circunstancia limitó su actividad en la clínica de podología a atender solamente casos urgentes.

Rodríguez, que tiene formación como médico interno residente (MIR), indicó que el centro hospitalario de Santiago donde trabajaba en el primer estado de alarma cambió "radicalmente" porque canceló toda actividad no urgente para priorizar la atención a pacientes con Covid-19.