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Racismo

Política social

12 Jun 2019

La idea antes admitida de que el multiculturalismo suponía un elemento positivo cuenta con una oposición cada vez mayor

El Consejo de Europa, preocupado por el auge del discurso político populista y del odio

Servimedia / Madrid

La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI) del Consejo de Europa está preocupada ante el creciente "discurso del odio y el populismo" por parte de los partidos xenófobos durante 2018, según recoge en su informe anual publicado este martes. Apuntó que en 2018 este clima se vio favorecido por la inquietud social ante "las mutaciones económicas, geopolíticas y tecnológicas", de las que los políticos populistas se valen para "designar a inmigrantes y minorías como chivo expiatorio".

Asimismo, alertó de que la utilización por esos políticos de "criterios nacionales, étnicos o religiosos" no se limita a los extremos del tablero político, sino que afecta "cada vez más a los partidos tradicionales y a los gobiernos nacionales". Las ideologías que defienden una superioridad racial "constituyen un peligro para las sociedades integradoras" y advirtió contra la amenaza que suponen las ideologías basadas en el 'nosotros contra ellos' en el debate público".

Según el informe, la idea antes admitida de que el multiculturalismo suponía un elemento positivo cuenta con una oposición cada vez mayor. Como puntos negativos, el trabajo lamenta que la tasa de integración en el mercado laboral de los refugiados y beneficiarios de protección internacional sigue siendo baja, sobre todo entre las mujeres e incide en que solo 20 de los 47 Estados miembros del Consejo de Europa han ratificado el Protocolo número 12 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que prohíbe la discriminación. España, Holanda y Portugal lo han hecho, pero Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Bélgica, Rusia o Turquía están pendientes.

LOS AFECTADOS

En el informe se denuncia el auge de la islamofobia en casi todos los países durante 2018 y, según sus resultados, las niñas y mujeres musulmanas son las principales perjudicadas. Son quienes más violencia sufren y se les obliga a retirarse el velo.

También la población de origen subsahariano sufre discriminación. En este sentido, el informe denuncia las identificaciones arbitrarias y el hostigamiento contra personas de ascendencia africana, aún cuando estas han nacido en Europa, por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Asimismo, subraya el auge de los delitos antisemitas y apunta al recurso a la política israelí "como coartada".

Por último, señala que las personas gitanas representan uno de los colectivos más vulnerables y discriminados de Europa, situación que se mantiene durante siglos y que afecta de forma especial a las mujeres y las niñas.

Por último, aconseja reforzar la coordinación entre las administraciones públicas y los líderes de las comunidades gitanas, que "tan buenos resultados ha dado en el ámbito de la educación"; reformar la colaboración entre las comunidades judías y la polícía, y mantener las unidades policiales especializadas en diversidad y en la lucha contra la discriminación. En concreto, el informe se hace eco de cómo estas unidades han logrado disipar recelos entre las poblaciones migrantes, y apuesta por su generalización.