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Impuesto medioambiental

Medio ambiente

24 Feb 2020

Llegó a ser el 12º que más recauda por este concepto en 1995

España, quinto país de la UE por la cola en impuestos ambientales

Servimedia / Madrid

España continúa siendo uno de los países de la UE que menos recauda por impuestos medioambientales, puesto que estos abarcaron un 5,3% de los ingresos fiscales procedentes de tasas y contribuciones sociales en 2018, lo que supone el quinto porcentaje más bajo de la Europa comunitaria, según los últimos datos de Eurostat.

La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, anunció esta semana en el Congreso de los Diputados que la fiscalidad ambiental es “una asignatura pendiente” para impulsar la transición energética, por lo que dejó entrever que habrá nuevos impuestos de este tipo que se sumarán a la tasa Google y al impuesto a las transacciones financieras. “Quedan pendientes actualizaciones similares en el ámbito ambiental”, afirmó.

Ribera señaló que organismos como el FMI, la OCDE o la Comisión Europea coinciden en que la fiscalidad es una herramienta imprescindible ante la crisis medioambiental, que no ha encontrado todavía en España una respuesta fiscal adecuada.

Además, lamentó que los tributos que se han puesto en marcha bajo la etiqueta medioambiental han sido impuestos imperfectos que no definen ni se vinculan de manera directa a las externalidades ambientales negativas, que no tienen el alcance espacial adecuado, o que no lanzan las señales correctoras necesarias.

CIFRAS RELATIVAS

Dado el desigual peso económico de los países de la UE, la mejor evaluación del peso de los impuestos ambientales se evalúa en términos relativos, es decir, con el porcentaje de fiscalidad verde respecto al total de la recaudación por tasas y contribuciones sociales.

España se sitúa en la 23ª posición en 2018 -último año con datos disponibles-, con un 5,28% de recaudación ambiental, sólo por delante de Francia (5,12%), Suecia (4,76%), Alemania (4,45%) y Luxemburgo (4,36%). En lo más alto de la clasificación se sitúan Letonia (10,88%), Bulgaria (9,82%) y Grecia (9,49%).

La serie histórica de Eurostat, recogida por Servimedia, comienza en 1995 y señala que España estaba entonces en la duodécima plaza, la mejor de siempre. Posteriormente, el peso de los impuestos ambientales en el Estado español fue descendiendo hasta que cayó al penúltimo lugar entre 2004 y 2012. Desde 2016 se mantiene en la 23ª plaza.

Un repaso del registro temporal indica que Malta fue el país donde más proporción tenían los impuestos ambientales entre 1995 y 2001, y recuperó el trono en 2007. Dinamarca hizo lo propio en 2002 y 2006, Chipre entre 2003 y 2005, Bulgaria desde 2008 hasta 2011 y Letonia se consolida en lo más alto del ranking desde 2012.

En el otro extremo de la clasificación, Francia ocupó la última posición de forma ininterrumpida desde 2000 hasta 2015 y Luxemburgo tiene ese dudoso honor entre 2016 y 2018.

CIFRAS ABSOLUTAS

En términos absolutos, los ingresos gubernamentales por impuestos medioambientales en los 27 países de la UE ascendieron a 324.636,7 millones de euros en 2018 (último año con datos disponibles), lo que supone un récord histórico de los Veintisiete. De ese total, 22.066 millones de euros corresponden a España, que también suponen un nuevo máximo de siempre.

En el conjunto de la UE, los impuestos de la energía representaron la mayor parte (77,7%) de la fiscalidad verde en 2018, seguidos de los del transporte (19,1%) y los impuestos a la contaminación y los recursos (3,3%).

El registro histórico de Eurostat se inició en 1995 con 163.173,99 millones de euros recaudados por impuestos ambientales en la actual UE de 27 países (Reino Unido se salió el pasado 1 de febrero), que fue la cifra más baja de todos los años del registro. Lo mismo ocurre con España, con 9.976,01 millones como mínimo histórico en 2002.

España figura en los 24 años de la serie como quinto país que más dinero ingresa por impuestos verdes, una posición que no ha variado. Alemania, Italia, Francia y Países Bajos -por este orden- han ocupado las cuatro primeras plazas de Estados más recaudadores, excepto en 2016, cuando hubo un trueque en lo más alto de la tabla entre Italia y Alemania.