Compartir en redes sociales

Atención médica

6 Feb 2009

Por falta de retribución de las aseguradoras

Indignación en EEUU: discapacitados intelectuales atendidos por pediatras

Servimedia / Madrid

Un informe publicado por la organización estadounidense para el apoyo a discapacitados intelectuales The Arc denuncia que cuando estas personas llegan a la edad adulta siguen siendo atendidas por pediatras, según informó el diario "Boston Globe".

Un informe publicado por la organización estadounidense para el apoyo a discapacitados intelectuales The Arc Abre nueva ventana denuncia que cuando estas personas llegan a la edad adulta siguen siendo atendidas por pediatras, según informó el diario "Boston Globe Abre nueva ventana".

Según este documento, adultos con discapacidad intelectual del Estado Massachusetts tienen dificultades para acceder a una asistencia médica adecuada para su edad, lo que les hace más vulnerables en casos de dolencias comunes como la hipertensión, problemas cardíacos o patologías tiroideas.

Los autores del informe atribuyen esta situación a que, con frecuencia, los especialistas de medicina interna rechazan a estos pacientes porque les resulta difícil comunicarse con ellos y sus consultas precisan más tiempo, que no les es reembolsado por las aseguradoras médicas.

Leo Sarkissian, presidente de The Arc en Massachusetts, reconoce que la asistencia a pacientes con discapacidad intelectual plantea dificultades añadidas, ya que a menudo tienen problemas para expresarse, puede resultar difícil entender lo que dicen y en algunos casos se oponen a ser examinados.

Por esta razón, los pediatras con formación específica en la asistencia a niños con discapacidad siguen atendiendo a estos pacientes en la edad adulta.

Para subsanar estos problemas, el informe recomienda ofrecer formación a los facultativos sobre las necesidades de los pacientes con discapacidad intelectual, y que se incremente el reembolso de las consultas a los médicos que atienden a estos pacientes.

Para realizar el informe se encuestó a un centenar de adultos con discapacidad, sus padres y cuidadores, así como a una docena de facultativos, y fue financiado por la Fundación Boston Abre nueva ventana.