e esta forma, el Parlamento Europeo allanó el camino hacia el acuerdo final de la UE en una materia que ha suscitado diversas opiniones en las instituciones comunitarias. No en vano, la Comisión Europea propuso inicialmente que la reducción fuera del 30% para los automóviles nuevos en 2030 en comparación con los niveles de 2021, porcentaje que elevó la Eurocámara al 40% y redujo el Consejo al 35%. En una negociación posterior se puso encima de la mesa el 37,5%.

Tras el acuerdo informal con los ministros de la UE el pasado enero, el Parlamente Europeo dio este miércoles el visto bueno a la reducción de emisiones de CO2 del 37,5% para los coches nuevos y del 31% para las furgonetas nuevas a partir de 2030.

Este acuerdo contó con 521 votos a favor, 63 votos en contra y 34 abstenciones. La decisión final está en manos del Consejo antes de que sea publicada definitivamente en el Diario Oficial de la UE.

Los fabricantes cuyas emisiones medias superen el límite establecido tendrán que pagar por ello. La Comisión Europea deberá evaluar en 2023 si los fondos obtenidos pueden destinarse a financiar la transición hacia una movilidad de emisiones cero y a formación de los trabajadores del sector de la automoción.

El sector del transporte es el único que no ha reducido de manera significativa sus emisiones de gases de efecto invernadero en la UE desde 1990. Los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) muestran que el transporte por carretera es el que genera la mayor parte de las emisiones, con el 72,9% de todos los medios de transporte, y un 20% de las emisiones totales registradas en la UE.