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Contaminación

Medio ambiente

9 Dic 2020

Según un informe de Oxfam Intermón

Las regiones más pobres de Europa reducen las emisiones de CO2 y las más ricas las aumentan

Servimedia / Madrid

La reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la UE desde 1990 se debe a los ciudadanos de ingresos medios y bajos, mientras que las del 10% más rico las ha aumentado, según se desprende de un nuevo informe de Oxfam Intermón, dado a conocer este martes.

El informe, titulado 'Afrontando la desigualdad de carbono en la Unión Europea', destaca que, de los cuatro países de la UE que generaron más emisiones de CO2 en 2015, España es el único que las aumentó entre 1990 y 2015 (un 12,1% más), mientras que bajaron en Alemania (-25%), Italia (-17%) y Francia (-9%).

También señala que las emisiones no fueron producidas por toda la ciudadanía española de la misma forma. De acuerdo con los datos de 2015, el 10% más rico de la población en España generó un tercio de las emisiones totales (un 29,2%, 19 toneladas per cápita), mientras que el 50% más pobre emitió un 25% (tres toneladas per cápita).

En 2015, España generó 6,4 toneladas de CO2 per cápita. De los cuatro países de la UE con más emisiones en ese año, España era el más desigual: el 10% más rico emitió hasta 6,3 veces más CO2 que la cantidad emitida por el 50% más pobre (19 toneladas frente a 3 toneladas per cápita). El 1% más rico emitió 18 veces más (54 toneladas per cápita).

Oxfam Intermón apunta que estos nuevos datos demuestran que abordar la desigualdad de las emisiones de carbono es fundamental para lograr el nuevo objetivo climático de la UE para 2030 (que debatirán esta semana los líderes europeos), así como para lograr una recuperación económica sostenible, justa y rápida frente a la pandemia de Covid-19.

MÁS DATOS

El informe se basa en un estudio que Oxfam Intermón ha llevado a cabo en colaboración con el Instituto del Medio Ambiente de Estocolmo sobre las emisiones derivadas del consumo de diferentes grupos de ingresos entre 1990 y 2015.

Durante este periodo, en el que se redujo un 12% las emisiones europeas derivadas del consumo, así como un incremento de la desigualdad económica, el estudio expone que el 10% más rico de la ciudadanía europea fue responsable de más de un cuarto (27%) de las emisiones de la UE, volumen equivalente a las de la mitad más pobre. El 40% de los ciudadanos europeos de ingresos medios fue responsable de un 46% de las emisiones, y el 1% más rico, de un 7%.

La mitad más pobre de la población europea redujo sus emisiones en casi un cuarto (24%) y los ciudadanos de clase media, en un 13%. Por el contrario, el 10% más rico incrementó sus emisiones en un 3% y el 1% más pudiente en un 5%.

Para garantizar que se mantenga el calentamiento global por debajo de 1,5°C por debajo de la era preindustrial, la huella de carbono del 10% más rico de la población europea debe reducirse 10 veces hasta 2030 y 30 veces en el caso del 1% más pudiente. En cambio, la huella del 50% más pobre tiene que bajar a la mitad.

Considerando los niveles de emisiones del 2015, España tendría que reducir el 67% de sus emisiones anuales para llegar a la meta de 2,1 toneladas de CO2 per cápita en 2030. Según los cálculos de Oxfam Intermón, ése sería el techo de emisiones per cápita para evitar que el calentamiento global supere los 1,5ºC que marca el Acuerdo de París.

"La reducción de las emisiones de carbono de la Unión Europea se ha producido gracias a los ciudadanos y ciudadanas europeos más pobres, mientras que los más ricos han tenido vía libre. Pero ahora es el momento de que todos y todas pongamos de nuestra parte para lograr reducir aún más las emisiones durante la próxima década. La desigualdad de las emisiones de carbono podría desbaratar los objetivos climáticos de Europa, a menos que los líderes europeos adopten un enfoque conjunto destinado tanto a reducir las emisiones como a abordar la desigualdad. Las protestas de los 'chalecos amarillos' en Francia ponen de manifiesto lo rápido que pueden desmoronarse las políticas climáticas cuando estas no se basan en los principios de equidad y justicia", apuntó Lourdes Benavides, portavoz de Oxfam Intermón para el cambio climático.

DESIGUALDAD

El informe revela una marcada desigualdad en cuanto a las emisiones de carbono tanto dentro de los Estados miembro de la UE como entre ellos. El 10% más rico de la población de Alemania, Francia, Italia y España (cerca de 25,8 millones de personas) es responsable colectivamente de la misma cantidad de emisiones que la población total de 16 países comunitarios (unos 84,8 millones de personas).

No obstante, el aumento de la desigualdad y la dependencia del carbón hacen que el 10% más rico de la población de Polonia (cerca de 3,8 millones de personas), siendo un país relativamente pobre, sea responsable de mayores emisiones que la población entera de países como Suecia o Hungría (con una población de entre 9,8 y 9,9 millones de personas, respectivamente).

La mayor parte de la huella de carbono de los ciudadanos europeos que generan más emisiones proviene del transporte aéreo y los desplazamientos en coche (entre un 30 y un 40%). La calefacción en las viviendas representa la mayor parte de la huella de carbono de los grupos de ingresos más bajos.

Desde 1990, las emisiones derivadas del transporte han aumentado significativamente en todos los Estados miembros de la UE excepto en dos y representan alrededor de un cuarto del conjunto de emisiones en este territorio. Esto se debe en parte al crecimiento de la demanda de vehículos de lujo contaminantes, como los SUV, que en la actualidad representan un tercio de los nuevos vehículos vendidos en la UE.

Oxfam insta a la UE a aplicar el paquete legislativo del Pacto Verde Europeo para luchar contra la desigualdad, reducir emisiones y estimular la recuperación económica frente a la pandemia del coronavirus.

"El Pacto Verde Europeo permite abordar las emisiones de las personas más ricas beneficiando de manera directa a los ciudadanos y ciudadanas europeos con menores ingresos. Es el momento de aplicar restricciones a los SUV, gravar el combustible de los aviones, invertir en la renovación de las viviendas y en el transporte público para poner fin a la pobreza energética, crear millones de empleos dignos y lograr un aire más limpio para el conjunto de la población.

Un ambicioso objetivo climático de cara a 2030 acompañado de un Pacto Verde Europeo más justo ayudará a Europa a recuperarse de la crisis originada por la pandemia de Covid-19 a través de modelos económicos más sostenibles y resilientes que estén al servicio de todas las personas", concluyó Benavides.