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Niño con hambre

Conflictos

14 Oct 2019

Denuncian la utilización del hambre como arma de guerra

Alrededor de 70 millones de personas con hambre aguda viven en zonas en guerra

Servimedia / Madrid

Unos 70 millones de personas en situación de hambre aguda (es decir, que precisan asistencia alimentaria urgente) viven en países o regiones afectados por la guerra, según apuntó este lunes el director de Incidencia Política de Acción contra el Hambre, Manuel Sánchez-Montero.

Esto supone casi dos tercios de los 113 millones de personas con hambre aguda se hallan en estas zonas, prosiguió, lo que refuerza la "estrecha relación entre hambre y violencia". No solo es que "la guerra cause hambre, sino que a su vez el hambre genera violencia", recalcó.

Según apuntó, el número de personas que pasan hambre en el mundo ha vuelto a crecer por segundo año consecutivo hasta los 821 millones. "Se confirma así la tendencia que ya apreciamos", y alertó de la creciente utilización del hambre como "arma de guerra".

Esta práctica, que incluye la quema de cultivos, las matanzas de ganado y el bloqueo de la ayuda humanitaria, "está prohibida por el Derecho internacional", resaltó, y en 2018 la ONU emitió una resolución en contra. "Sin embargo, es un fenómeno habitual que hemos visto en todos los países donde actualmente hay conflictos: Siria, Yemen, Sudán del Sur, etc.", añadió.

Por ello, insistió en la necesidad de crear "un mecanismo de alerta mucho más ágil" de lo que ahora existe, para que en cuanto el Consejo de Seguridad conozca que esto sucede, se pueda actuar.

CRIMINALIZAR LA AYUDA

Por otro lado, Sánchez-Montero criticó "el creciente discurso que vincula a la ligera el terrorismo con cualquier actor que realice sus actividades en la misma zona donde operan estos grupos". En su opinión, las ONG tienen cada vez más problemas para realizar su labor y conseguir que la ayuda humanitaria llegue a sus destinatarios.

"Se nos vincula con prácticas execrables como el terrorismo o las mafias solo por actuar en el mismo territorio, cuando siempre hemos operado de forma muy garantista", subrayó. Esto es lo que les sucede a las ONG que realizan rescates en el Mediterráneo, prosiguió, pero también a aquellas que "trabajamos en zonas controladas por Boko Haram o por el Daesh".

"Es un discurso que va calando, por el que además los países donantes, que antes en cierto sentido protegían a las ONG, cada vez se implican menos", lamentó. Como ejemplo, Sánchez-Montero se refirió a la acusación no formal del gobierno de Nigeria contra su ONG, por la que esta ha tenido que cesar sus operaciones en el país después de que (el ejército) quisiese investigar posibles vínculos con Boko Haram y cerrase su oficina central.