Según informaron ambas organizaciones, este porcentaje se incrementa de forma alarmante en regiones como África Subsahariana y Centroamérica, donde se alcanza el 64%, y el Caribe, con el 62% de niños de las víctimas de trata identificadas.

Unicef e ICAT creen que el número de niños que caen víctimas de las redes de trata es mayor de lo que sugieren los datos que se manejan. La realidad es que los niños raramente son identificados como víctimas de trata. Además, aseguraron que muy pocos denuncian, por miedo a los tratantes, por falta de información sobre sus opciones, desconfianza en las autoridades, miedo al estigma o la posibilidad de que les devuelvan sin ninguna garantía y con unos recursos materiales muy limitados.

Los niños refugiados, migrantes y desplazados son especialmente vulnerables a la trata. La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, aseguró que “la trata de personas es una amenaza muy real para millones de niños en todo el mundo, especialmente aquellos que se han visto obligados a dejar sus hogares y sus comunidades sin una protección adecuada. Estos niños necesitan urgentemente que los gobiernos den un paso adelante y tomen medidas para mantenerlos seguros”.

MEDIDAS URGENTES

Ante esta situación, Unicef e ICAT siguen haciendo un llamamiento para que se implementen las políticas gubernamentales y soluciones transfronterizas que mantengan a los niños seguros. Entre ellas, la ampliación de rutas legales seguras para que los menores migren con sus familias y el fortalecimiento de sistemas de protección social e infantil.

A estas medidas se añade la mejora de la colaboración transfronteriza y el intercambio de información entre los controles fronterizos y evitar medidas que puedan empujar a los niños a escoger rutas más arriesgadas y a migrar solos para evitar que las fuerzas policiales les detecten.