Compartir en redes sociales

Acuerdo de París

Medio ambiente

14 Dic 2020

La ONU ve razones para el optimismo y las organizaciones ecologistas se muestran pesimistas

El Acuerdo de París cumple cinco años sin que cese la crisis climática

Servimedia / Madrid

Se acaba de cumplir cinco años de la aprobación del Acuerdo de París, el primer tratado universal de lucha contra el cambio climático, en un año, 2020, que ha mantenido señales de crisis climática pese a que la pandemia del coronavirus ha provocado una histórica reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Por ello, está previsto que hoy se celebre de forma virtual una Cumbre sobre la Ambición Climática, impulsada por la ONU y Reino Unido (país anfitrión de la Cumbre del Clima en 2021), y a la que se ha invitado a los países que vayan a presentar nuevos compromisos climáticos para conmemorar el quinto aniversario del Acuerdo de París.

Ello se produce después de que el Consejo Europeo (donde están representados los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la UE) acordara este viernes elevar del 40% al 55% el objetivo de reducción de emisiones de la Unión Europea para 2030 con respecto a los niveles de 1990.

París alumbró el 12 de diciembre de 2015 un histórico pacto universal contra el cambio climático al ser adoptado por 195 países y la UE con el propósito fundamental de que el planeta no se caliente más de 2ºC respecto a la era preindustrial y de hacer esfuerzos para limitar el calentamiento a 1,5ºC, para lo cual todos los Estados se comprometieron a presentar contribuciones para que las emisiones de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo “lo antes posible”.

Cinco años después, la temperatura media mundial es 1,2ºC superior a los niveles preindustriales y hay un 20% de probabilidades de que llegue al umbral de 1,5ºC en 2024, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Además, esta agencia de la ONU apunta que 2020 acabará siendo uno de los tres más cálidos en la Tierra desde que las mediciones modernas de temperaturas comenzaran en 1850 y que la década comprendida entre 2011 y 2020 es la más calurosa jamás registrada. “No vamos por buen camino y debemos redoblar nuestros esfuerzos”, apuntó Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

El calor oceánico alcanzó este año niveles récord y fenómenos de alto impacto, como el calor extremo, los incendios forestales y las inundaciones, así como una temporada de huracanes en el Atlántico que batió récords, afectaron a millones de personas, agravando así las amenazas de la pandemia de la Covid-19 (enfermedad causada por el último coronavirus) a la salud y la seguridad humanas, y la estabilidad económica.

CORONAVIRUS

Desde el punto de vista climático, quizá el aspecto más destacado del año es que las medidas restrictivas para frenar la Covid-19, con confinamientos domiciliarios que han llegado a hibernar la economía mundial, ha provocado que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de fuentes fósiles se hayan desplomado a una caída sin precedentes de 2.400 millones de toneladas, lo que supone un 7% menos que en 2019.

Esa disminución es considerablemente mayor que la registrada en otras reducciones significativas anteriores: 500 millones de toneladas menos en 1981 y 2009, 700 millones en 1992 y 900 millones en 1945.

Así se explica en un estudio liderado por la Universidad de East Anglia, la Universidad de Exeter y la organización científica Global Carbon Project.

Las mayores caídas de emisiones en 2020 se han producido en Estados Unidos (-12,2%) y la UE (-11,3%) debido a las grandes reducciones en el uso de carbón en la generación de electricidad y de petróleo en el transporte.

India también ha experimentado una gran disminución de las emisiones en 2020, con una caída del 9,1%, que se añade a un descenso de finales de 2019 por la agitación económica y la fuerte generación de energía hidroeléctrica.

En China, sin embargo, se calcula que apenas han bajado un 1,7% este año, puesto que las restricciones en ese país se produjeron a principios de año y fueron más limitadas en el tiempo, lo que dio a su economía más tiempo para recuperarse. Para el resto del mundo, las emisiones de este año disminuirán en un 7,4%.

Sin embargo, la caída sin precedentes de las emisiones mundiales procedentes de la quema de combustibles fósiles ha tenido un efecto insignificante en las concentraciones de carbono en la atmósfera.

“El sistema climático está impulsado por la cantidad total de CO2 depositado en la atmósfera durante siglos. Aunque las emisiones cayeron en 2020, las emisiones aún se elevaron a los mismos niveles que en 2012 y la caída de las emisiones es insignificante en cantidad de CO2 emitida durante los últimos siglos”, precisa Glen Peters, director de investigación del Centro Internacional para la Investigación Climática y Medioambiental (Cicero).

Así, el nivel de CO2 en la atmósfera continúa creciendo, en aproximadamente 2,5 partes por millón (ppm) en 2020 y se proyecta que alcance un promedio de 412 ppm durante el año, un 48% por encima de los niveles preindustriales.

Además, las emisiones actuales de CO2 se acercan a los niveles de finales de 2019. En un contexto de planes de estímulo tras la crisis del coronavirus, una recuperación verde tras la pandemia del coronavirus reduciría hasta un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta en 2030 y acercaría al mundo a limitar el calentamiento global de 2ºC respecto a la era preindustrial, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

Esta agencia de la ONU subraya que los gobiernos del mundo deben reducir la producción de combustibles fósiles en un 6% anual hasta 2030 para limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto a los niveles preindustriales y cumplir así el Acuerdo de París.

OPTIMISMO DE LA ONU

En medio de esta situación, surgen algunas voces para el optimismo. El secretario general de la ONU, António Guterres, asegura que lograr la neutralidad climática (es decir, que las emisiones de gases de efecto invernadero sean compensadas por sumideros de carbono, como bosques u océanos) para 2050 no es misión imposible.

De hecho, una serie de naciones que representan más del 65% de los gases de efecto invernadero y más del 70% de la economía mundial se han comprometido a alcanzar emisiones netas cero para mediados del siglo, según explica Guterres en un artículo publicado en varios medios con motivo del quinto aniversario del Acuerdo de París.

Guterres destaca que una de las inesperadas oportunidades que proporciona las tareas de recuperación de la pandemia del coronavirus es la de “atacar el cambio climático, arreglar nuestro medio ambiente mundial, rediseñar las economías y reimaginar nuestro futuro”.

Para conseguirlo, indicó que se necesita construir una coalición mundial en pro de la neutralidad en carbono para 2050. Esa alianza global ya cuenta con el compromiso de la Unión Europea, el Reino Unido, Japón, Corea del Sur y más de 110 naciones. A estos países, hay que sumarles el gobierno entrante de los Estados Unidos y a China que se comprometió a alcanzar la neutralidad de carbono una década más tarde, en 2060.

PESIMISMO DE LAS ONG

Por el contrario, algunas organizaciones ecologistas se muestran más pesimistas. Greenpeace destaca que los compromisos climáticos de los países no están a la altura de lo que se comprometieron hace cinco años en el Acuerdo de París. "No hay nada que celebrar: la emergencia climática continúa, las emisiones mundiales marcaron máximos antes de la pandemia, las concentraciones de CO2 han superado este año los registros históricos y la temperatura del planeta sigue ascendiendo", resume.

De hecho, la directora ejecutiva de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, añade: "La felicidad que sentí en París hace cinco años se ve ahora ensombrecida por la realidad de la emergencia climática y la respuesta completamente inadecuada de los gobiernos. En lugar de apoyar una recuperación verde y justa y asumir compromisos en consonancia con el objetivo de 1,5ºC del Acuerdo de París, estamos siendo testigos del apoyo continuo a la industria de los combustibles fósiles que es quien, en primera instancia, ha causado la emergencia climática”.

Por su parte, la responsable de clima y energía de WWF España, Mar Asunción, apunta que los compromisos de reducción de emisiones presentados por los países superarán el aumento de temperatura global de 1,5ºC. “La emergencia climática sigue llamando a nuestra puerta, tan solo ha sido nublada por la agudeza de la crisis sanitaria en la que nos encontramos. Necesitamos mucha mayor ambición y urgencia para frenar el cambio climático, y así evitar que a esta crisis sanitaria se unan impactos ecológicos, económicos y sociales de gran magnitud”, añade.

Y Ecologistas en Acción recalca que el mundo se halla "sin respuesta frente a la emergencia climática cinco años después del Acuerdo de París". "No hay nada que celebrar hasta que existan políticas y medidas a la altura de las indicaciones científicas", apostilla.