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Nido de ave

Biodiversidad

29 Ago 2018

Según una investigación del Instituto Max Planck de Ornitología

El ruido del tráfico envejece a las aves

Servimedia / Madrid

El ruido del tráfico motorizado puede estar asociado con un mayor envejecimiento en algunas aves cuando han abandonado el nido por pérdida de telómeros, es decir, es decir, estructuras de ADN en los extremos de los cromosomas y cuya longitud se reduce con la edad y con factores que afectan negativamente a la salud, como la contaminación, los parásitos y el estrés.

Así lo aseguran investigadores del Instituto Max Planck de Ornitología (Alemania) y la Universidad Estatal de Dakota del Norte (Estados Unidos) en un estudio publicado en la revista ‘Frontiers in Zoology’ tras estudiar el efecto del ruido del tráfico en la longitud de los telómeros de diamantes cebra (‘Taenopygia guttata’). El acortamiento de los telómeros indica un envejecimiento biológico acelerado.

Los científicos descubrieron que los diamantes cebra que estaban expuestos al ruido del tráfico después de dejar el nido tenían telómeros más cortos a los 120 días de edad que los que lo hicieron hasta 18 días después de la eclosión o abandono del nido y cuyos padres estuvieron bajo contaminación acústica motorizada durante el cortejo, la puesta de huevos y el anidamiento.

Los diamantes cebra expuestos al ruido del tráfico después de abandonar el nido también tenían telómeros más cortos que los que no lo estaban.

“Nuestro estudio sugiere que el ruido urbano solo, independiente de muchos otros aspectos de la vida urbana, como la contaminación lumínica o la contaminación química, está asociado con una mayor pérdida de telómeros y puede contribuir al envejecimiento de los diamantes cebra”, señala Adriana Dorado-Correa, autora principal del trabajo.

Esta investiga del Instituto Max Planck de Ornitología indica que ese estudio es “un primer paso hacia la identificación de los mecanismos causales que pueden dar cuenta de las diferencias en la duración de la vida observada entre las aves que viven en entornos urbanos o rurales”.

Sue Anne Zollinger, coautora del estudio, agrega que "el envejecimiento celular como resultado de factores estresantes urbanos es algo que puede no tener un impacto muy visible, pero nuestro estudio indica que aunque las aves parecen estar adaptándose a la vida en situaciones ruidosas ciudades, pueden envejecer más rápido”.

TRES CONDICIONES

Como sólo los diamantes cebra expuestos al ruido después de abandonar el nido tenían telómeros más cortos, los autores sugieren que el tiempo entre 18 y 120 días después de la eclosión es un período crítico durante el cual las aves se ven más afectadas por el ruido.

Este periodo de tiempo también es cuando esas aves comienzan el aprendizaje del trino, lo que puede hacerlas más sensibles al ruido. Por el contrario, pueden ser menos sensibles al ruido mientras se encuentran en el nido y los pájaros parentales pueden realizar cambios de comportamiento para proteger a la cría de los efectos negativos de la exposición al ruido.

Los investigadores evaluaron el impacto de la exposición al ruido de tráfico en un total de 263 aves y compararon las longitudes de los telómeros a los 21 y 120 días después de la eclosión bajo tres condiciones diferentes: aves con padres que estuvieron expuestos al ruido y que permanecieron en el nido hasta 18 días después de la eclosión, aves de padres no expuestos al ruido pero que estuvieron bajo esa contaminación ruidosa desde el día 18 al 120 y ejemplares en los que ni los padres ni los pollitos estuvieron expuestos al ruido.

El ruido del tráfico utilizado en el estudio consistió en grabaciones del tráfico de la calle que imitaban los patrones típicos de ruido urbano. Los investigadores recogieron muestras de sangre para cada ave descendiente a los 21 y 120 días después de la eclosión para medir la longitud de los telómeros y la tasa de pérdida de telómeros.

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