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Teresa Ribera

Coronavirus/ Medio ambiente

5 Jun 2020

Lo que supone un salto cualitativo y un gran desafío

España se une a una coalición que quiere proteger un 30% del planeta en 2030 para evitar futuras pandemias

Servimedia / Madrid

Ministros de medio ambiente de 14 países, entre ellos España, se han sumado a una Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y los Pueblos, que pretende lograr los apoyos necesarios para que un 30% del planeta esté protegido en 2030 con el fin de prevenir la aparición de futuras pandemias, entre otras razones.

Entre los firmantes de la declaración ministerial está Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. También han rubricado la Coalición de Alta Ambición ministros de Colombia, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos, Finlandia, Francia, Gabón, Granada, Islas Marshall, Luxemburgo, Mónaco, Mongolia, Seychelles y Suiza. En la lista de firmantes figuran los presidentes de Colombia (Iván Duque), Costa Rica (Carlos Alvarado) y Suiza (Simonetta Sommaruga).

La iniciativa fue propuesta el pasado septiembre por Carlos Alvarado durante la Cumbre de Acción Climática que tuvo lugar en Nueva York (Estados Unidos) y que convocó el secretario general de la ONU, António Guterres, para que líderes mundiales presentaran planes concretos y realistas que mejoraran sus compromisos climáticos nacionales.

El deseo de que un 30% de las tierras y los océanos estén protegidos en 2030 supone dar un salto cualitativo respecto las llamadas Metas de Aichi, con las que los gobiernos de todo el mundo se han comprometido a conservar un 17% de la tierra y un 10% del mar en 2020.

“PRUEBA PODEROSA”

La declaración de la Coalición de Alta Ambición por la Naturaleza y los Pueblos se dio a conocer este viernes, Día Mundial del Medio Ambiente, y se produce en un momento en que algunos países debaten sobre cómo serán los planes de reconstrucción de sus economías y sociedades tras la crisis sanitaria del Covid-19, enfermedad causada por el último coronavirus.

"Estamos uniendo fuerzas para hacer un llamamiento a todos los gobiernos de todo el mundo para que retengan nuestros valiosos ecosistemas intactos y áreas silvestres, para preservar y administrar de manera efectiva al menos un 30% de las tierras y los océanos de nuestro planeta para 2030, y para restaurar y conservar la biodiversidad, como un paso crucial para ayudar a prevenir futuras pandemias y emergencias de salud pública, y sentar las bases para una economía global sostenible a través de la creación de empleo y el bienestar humano", indica el documento.

La declaración, a la que tuvo acceso Servimedia, señala que la pandemia del Covid-19 ofrece "una prueba poderosa y sin precedentes de que la naturaleza y las personas comparten el mismo destino". "Están mucho más estrechamente vinculadas de lo que la mayoría de nosotros comprendimos", recalca.

Los ministros subrayan que el comercio y el consumo ilegal y no regulado de vida silvestre, y la deforestación y la destrucción de ecosistemas intactos pueden aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades de animales a personas.

"Regular y controlar estrictamente el comercio de vida silvestre, reducir la deforestación, preservar grandes áreas intactas y otras áreas naturales bien conservadas, expandir las áreas protegidas, así como mejorar la conectividad entre esas áreas y minimizar el contacto potencialmente dañino con la vida silvestre mientras se apoya de manera sostenible a las comunidades locales, contribuyen significativamente a prevenir y reducir enfermedades", apuntan.

NUEVOS “DESAFÍOS”

La declaración recuerda que la naturaleza es una de las fuentes más importantes para el desarrollo de medicamentos y tratamientos con antibióticos, por lo que puede desempeñar un papel importante en la regulación de las enfermedades.

"Todos debemos hacer nuestra parte para apoyar a aquellos que han estado directamente afectados por la pandemia y las dificultades que ha causado, al tiempo que aseguramos nuestra ambición de detener la pérdida de biodiversidad y lograr un desarrollo sostenible. Nuestras sociedades se enfrentan a desafíos que no hemos visto en generaciones", apuntan los ministros.

Por ello, abogan por "reevaluar" la relación con la naturaleza para detener la recurrencia de eventos devastadores, "repensar" los patrones de consumo y producción, "fortalecer" el uso sostenible de los recursos y "priorizar" la inversión en la protección de la naturaleza para ayudar a impulsar las economías globales.

"Proteger la naturaleza nos ayudará no sólo a reducir el riesgo de nuevas pandemias y otras emergencias de salud pública, sino también a prevenir futuras crisis económicas causadas por la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, así como a impulsar el desarrollo global. Más de la mitad del PIB mundial depende directamente de la naturaleza", sentencian.

El valor agregado de los servicios de los ecosistemas es de aproximadamente 125 billones de dólares (cerca de 110 billones de euros) al año. Estudios recientes recalcan que el beneficio económico en comparación con el coste real de conservar la naturaleza en todo el mundo es de al menos 100 a 1. "Cualquier plan para que las personas vuelvan al trabajo y se recuperen económicamente debe incluir fondos para apoyar nuestro mundo natural, que proporciona servicios esenciales para la supervivencia de la humanidad", añade la declaración.

Los ministros apuestan por asignar incentivos económicos tras la crisis del coronavirus que beneficien a la biodiversidad, detener los subsidios perjudiciales para el medio ambiente e integrar los objetivos de recuperación de la naturaleza en las decisiones comerciales y financieras.

"Tenemos un mundo hermoso para proteger. La naturaleza es un común mundial y todos tenemos un papel que desempeñar en su protección. Como hemos encontrado, una y otra vez, si lo protegemos, nos protegerá con aire limpio, agua limpia, mejor salud y otros servicios ecológicos sin contar. También sabemos que no podemos salvaguardar la biodiversidad restante del mundo sin asociarnos y respetar los derechos y el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas y las comunidades locales, que a menudo son los mejores guardianes de la naturaleza del mundo", apostillan.