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Osos polares

Biodiversidad

6 Nov 2020

Los rangos geográficos bajan sobre todo en las zonas tropicales

Los animales pierden un 18% de sus hábitats por el cambio climático y la demanda de alimentos

Redacción / Madrid

Los mamíferos, las aves y los anfibios de todo el mundo han perdido de media un 18% de sus hábitats naturales por cambios en el uso de la tierra y el cambio climático, pérdida que, en el peor de los casos, podría aumentar a un 23% a finales de este siglo. Así se recoge en un estudio publicado este viernes en la revista 'Nature Communications', que analiza los cambios en el rango geográfico de 16.919 especies desde 1700 hasta la actualidad. Los investigadores también emplearon datos para predecir cambios futuros hasta 2100 en 16 escenarios climáticos y socioeconómicos diferentes.

Una abundancia diversa de especies sustenta las funciones esenciales del ecosistema, desde la regulación de plagas hasta el almacenamiento de carbono. Su vulnerabilidad hacia la extinción se ve afectada por el tamaño de su área de distribución geográfica. Diseñar estrategias de conservación efectivas requiere una mejor comprensión de cómo las áreas de distribución han cambiado en el pasado y cómo cambiarán en escenarios futuros alternativos.

"El tamaño del hábitat de casi todas las aves, mamíferos y anfibios conocidos se está reduciendo, principalmente debido a la conversión de la tierra por parte de los humanos a medida que continuamos expandiendo nuestras áreas agrícolas y urbanas", apunta Robert Beyer, del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y primer autor del informe.

ZONAS MÁS AFECTADAS

Algunas especies se ven más afectadas que otras. Un 16% de las especies ha perdido más de la mitad de su área de distribución histórica natural estimada, una cifra que podría aumentar a un 26% a finales de siglo.

Los rangos geográficos de las especies se han reducido recientemente de manera más significativa en las áreas tropicales. Hasta hace unos 50 años, la mayor parte del desarrollo agrícola se encontraba en Europa y América del Norte. Desde entonces, grandes extensiones de tierra se han convertido para la agricultura en los trópicos: la tala de bosques lluviosos para plantaciones de palma aceitera en el sudeste asiático y para pastizales en América del Sur, por ejemplo.

A medida que los seres humanos trasladan sus actividades más profundamente a los trópicos, el efecto sobre los rangos de especies aumenta por una mayor riqueza de especies en estas áreas y porque los rangos naturales de estas especies son más pequeños para empezar.

"Los trópicos son puntos críticos de biodiversidad con muchas especies de rango pequeño. Si una hectárea de bosque tropical se convierte en tierra agrícola, muchas más especies pierden proporciones más grandes de su hogar que en lugares como Europa", recalca Beyer.

CAMBIO CLIMÁTICO

Los investigadores predicen que el cambio climático tendrá un impacto cada vez mayor en la distribución geográfica de las especies. El aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de lluvia alterarán los hábitats de manera significativa. Otros estudios han predicho que, sin una acción climática, gran parte de la Amazonía puede cambiar de un dosel de selva tropical a una mezcla similar a la de una sabana de bosques y pastizales abiertos en los próximos 100 años.

"Las especies del Amazonas se han adaptado a vivir en una selva tropical. Si el cambio climático hace que este ecosistema cambie, muchas de esas especies no podrán sobrevivir, o al menos serán empujadas a áreas más pequeñas de la selva tropical restante", señala Beyer, que agrega: "Cuanto más altas son las emisiones de carbono, peor se vuelve para la mayoría de las especies en términos de pérdida de hábitat".

El estudio defiende políticas destinadas a limitar la superficie mundial de tierras agrícolas, por ejemplo, intensificando de manera sostenible la producción de alimentos, alentando cambios en la dieta para comer menos carne y estabilizando el crecimiento de la población.

La conversión de la vegetación natural en tierras agrícolas y urbanas, y la transformación de un hábitat adecuado causada por el cambio climático son las principales causas de la disminución del tamaño de las áreas de distribución y dos de las amenazas más importantes para la biodiversidad terrestre mundial.

"Si estas tendencias pasadas en la pérdida de hábitats se revertirán, continuarán o se acelerarán dependerá de las futuras emisiones globales de carbono y las elecciones sociales en los próximos años y décadas", comenta Andrea Manica, del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, quien dirigió el estudio.