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Bosque

Calentamiento global

17 Mayo 2021

Se conseguiría eliminando hasta 10 gigatoneladas de CO2 al año a partir de 2025

Proteger la naturaleza limitaría el cambio climático entre 0,1 y 0,3 grados

Redacción / Madrid

Las soluciones basadas en la naturaleza para absorber el carbono pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático al reducir entre 0,1 y 0,3 grados el calentamiento global a finales de este siglo, según una nueva investigación liderada por la Universidad de Oxford (Reino Unido) y publicada en la revista ‘Nature’.

En los planes nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero se hace mucha referencia a las soluciones basadas en la naturaleza para absorber el carbono, como la protección y restauración de los bosques o la plantación masiva de árboles, se ha debatido mucho sobre la cantidad de carbono que pueden absorber las soluciones basadas en la naturaleza, pero poco sobre su capacidad para limitar el calentamiento.

El nuevo estudio sugiere que limitar el aumento de la temperatura global pasa por reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y aumentar la inversión en soluciones basadas en la naturaleza para proteger, gestionar y restaurar los ecosistemas y la tierra para el futuro.

Los investigadores indican que las soluciones basadas en la naturaleza, entre ellas la protección y la restauración a gran escala de los ecosistemas y la gestión mejorada de la tierra, podrían reducir el cambio climático entre 0,1 grados si el planeta se calienta 1,5 grados más respecto a la era preindustrial y 0,3 grados si el calentamiento llega a 2,0 grados.

Ello se lograría eliminando hasta 10 gigatoneladas de CO2 al año a partir de 2025, más que las emisiones anuales del sector del transporte mundial y a un coste de menos de 100 dólares por tonelada de CO2.

Fundamentalmente, las soluciones basadas en la naturaleza podrían continuar enfriando el planeta mucho después de que se alcance una temperatura máxima.

En el mejor de los casos, pueden disminuir el calentamiento global en 0,1 grados para 2055 y en 0,4 grados para 2100, pero los investigadores precisan que la protección de la naturaleza recibe una pequeña parte de la financiación para la mitigación climática.

Hay tres formas fundamentales de trabajar con la naturaleza para limitar el cambio climático: proteger los ecosistemas intactos, como los bosques, los humedales y las praderas; gestionar las tierras cultivadas, y restaurar la cubierta vegetal autóctona.

OBJETIVO AMBICIOSO

“El mundo debe invertir ahora en soluciones basadas en la naturaleza que sean ecológicamente sólidas, socialmente equitativas y diseñadas para brindar múltiples beneficios a la sociedad durante un siglo o más. Si se gestiona adecuadamente, la protección, la restauración y la gestión sostenible de nuestras tierras de trabajo podría beneficiar a muchas generaciones venideras”, apunta Cécile A. J. Girardin, directora técnica de la Iniciativa de Soluciones Basadas en la Naturaleza de la Universidad de Oxford.

Yadvinder Malhi, profesor de Ciencias de los Ecosistemas en la Universidad de Oxford, señala que “cuanto más ambicioso sea el objetivo climático, menor será el plazo para que tales soluciones tengan un efecto en el pico de calentamiento".

No obstante, el estudio advierte de los incendios forestales y otros daños ecológicos podrían disminuir la efectividad de las soluciones basadas en la naturaleza si no se controla el calentamiento global, por lo que se debe prestar mucha atención a su potencial de sumidero de carbono a largo plazo y sus impactos en la biodiversidad, la equidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

Dado que el mayor potencial de enfriamiento global se producirá en la segunda mitad del siglo, es aún más importante que los planes de reducción de emisiones den una prioridad mucho mayor a la reducción de emisiones ahora en esta década, de alrededor del 50% o más.

“Es necesario implementar una ampliación ambiciosa de las soluciones basadas en la naturaleza de manera rápida, pero también cuidadosa, de manera que apoye la biodiversidad y los derechos de la población local, mientras se mantienen los combustibles fósiles en el suelo'', concluye Nathalie Seddon, fundadora de la Iniciativa de Soluciones Basadas en la Naturaleza de la Universidad de Oxford.