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recursos naturales

Conflictos bélicos

6 Nov 2020

Tanto por su valor como por su escasez

Un 40% de las guerras en 60 años son por explotar recursos naturales, según la ONU

Redacción / Madrid

Al menos un 40% de los conflictos internos en países registrados en los últimos 60 años han tenido relación con la explotación de los recursos naturales, tanto por su valor, como la madera, los diamantes, el oro, los minerales o el petróleo, como por su escasez, como la tierra fértil y el agua. Así lo afirma el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma, por sus siglas en inglés) con motivo del Día para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados, que se celebra este viernes.

La ONU señala que “la humanidad siempre ha contado sus víctimas de guerra en términos de muertos y heridos, de ciudades destruidas, de medios de vida arruinados”, y añade que, “sin embargo, el medio ambiente ha sido con frecuencia la víctima olvidada”.

“Pozos de agua contaminados, cultivos quemados, bosques talados, suelos envenenados y animales sacrificados, todo se ha dado por válido para obtener una ventaja militar”, apunta, antes de subrayar que el riesgo de que se produzcan conflictos por los recursos naturales se duplica con respecto a otros casos.

Naciones Unidas considera primordial garantizar que la preservación del medio ambiente forme parte de las estrategias para la prevención de conflictos y para el mantenimiento de la paz y su consolidación porque, según recalca, “no puede haber paz duradera si los recursos naturales que sostienen los medios de subsistencia y los ecosistemas son destruidos”.

"ESTRECHAMENTE LIGADOS"

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, apunta en un mensaje por el Día para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados que "los conflictos y el medio ambiente están estrechamente ligados".

En su mensaje, recogido por Servimedia, Guterres recalca que "en todo el mundo, los recursos naturales han desempeñado un papel importante en al menos el 40% de los conflictos dentro de los países". "El aumento de las temperaturas por el cambio climático amenaza ahora con agravar aún más las tensiones y el estrés medioambiental. Y, con demasiada frecuencia, el medio ambiente se encuentra entre las víctimas de la guerra, ya sea por actos deliberados de destrucción o daños colaterales, o porque, durante los conflictos, los gobiernos no asumen su papel en el control y la gestión de los recursos naturales", apunta.

El titular de la ONU indica que, "si bien la perturbación del clima y la degradación ambiental no son la causa directa de los conflictos, pueden exacerbar su potencial". "Sus efectos combinados socavan los medios de vida, la seguridad alimentaria, la confianza en las autoridades, la salud y la educación, y la igualdad social. La degradación de los recursos naturales y los ecosistemas se suma a los desafíos a los que se enfrentan las comunidades ya vulnerables a corto y largo plazo. Las mujeres y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada", apostilla.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas se inspiran en la idea de no dejar a nadie atrás, pero Guterres precisa que "los conflictos violentos impiden que muchos países avancen". Los Estados afectados por conflictos tienen menos probabilidades que otros de alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; de aquí a 2030, más del 80% de las poblaciones más pobres del mundo podrían estar concentradas en países afectados por la inestabilidad, los conflictos y la violencia", augura.

"Una mejor gestión de los recursos naturales y los ecosistemas podría allanar el camino hacia la paz en las sociedades devastadas por la guerra y ayudaría a los países en situaciones de crisis a dar un paso más para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los recursos naturales no solo son necesarios para la prestación de muchos servicios básicos, como el agua o la electricidad, sino que también pueden utilizarse como plataforma para fomentar la confianza y la distribución de beneficios entre grupos divididos", concluye.