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Niños malnutridos en Argentina

Infancia

16 Oct 2019

Y uno de cada cinco, obeso (en 2000, la correlación era uno de cada diez)

Uno de cada tres niños en el mundo está malnutrido, según Unicef

Servimedia / Madrid

Un tercio de los niños del mundo presenta malnutrición en alguna de sus tres formas: desnutrición, deficiencia de vitaminas y minerales o sobrepeso. Así lo sostiene el informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2019: Infancia, alimentación y nutrición' publicado este martes por Unicef, que advierte de que el hambre no se reduce, pero aumenta el número de niños obesos.

De acuerdo con el trabajo, unos 149 millones de niños padecen desnutrición crónica —baja estatura para su edad— y casi 50 millones sufren desnutrición aguda. La desnutrición crónica "es tanto un síntoma de las privaciones pasadas, como una predicción de la futura pobreza", subraya Unicef.

Por su parte, la desnutrición aguda puede llegar a ser letal, en particular en su forma más severa y es el problema más extendido en Asia.

HAMBRE OCULTA

A nivel mundial, uno de cada dos niños menores de 5 años (340 millones) presenta lo que se conoce como «hambre oculta», debido a deficiencias en la ingesta de vitaminas y otros nutrientes básicos como el hierro. La carencia de este elemento reduce su capacidad de aprendizaje.

Unicef advierte además de que la obesidad entre niños y adolescentes aumentó de forma acelerada entre 2000 y 2016. Si en el año 2000 uno de cada diez niños era obeso, en la actualidad lo son uno de cada cinco.

Entre otros riesgos, estos menores pueden desarrollar diabetes de tipo 2 a edad temprana, además de sufrir estigmatización y depresión. Asimismo, tienen altas posiblidades de convertirse en adultos obesos, con las consecuencias económicas y sanitarias que ello conlleva.

LAS CAUSAS

El informe habla de la "triple carga de la malnutrición" y destaca que dos de cada tres niños en el mundo no ingieren la dieta mínima recomendada que les garantice un crecimiento y desarrollo saludables.

Indica que apenas dos de cada cinco menores de 6 meses reciben lactancia materna exclusiva, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), pese a que con ello se podría salvar a 820.000 niños en el mundo cada año. Debido a ello, la venta de leches de fórmula se incrementó un 41% a nivel mundial -un 72% en países de renta media como Brasil, China o Turquía- entre 2008 y 2013.

Por otro lado, el informe subraya que el 44 por ciento de los niños de entre 6 y 23 meses no ingieren frutas o vegetales, y que el 59 por ciento no toman huevos, productos lácteos, pescado o carne. En el caso de los hogares más pobres y en las zonas rurales, solo uno de cada cinco niños de esta edad recibe la dieta mínima recomendada.

Además, muchos niños pobres que viven en ciudades habitan lo que se conoce como 'desiertos alimentarios', donde no es fácil acceder a opciones saludables de alimentación, o en 'pantanos alimentarios', en los que tienen ante sí una abundancia de alimentos altamente calóricos, con pocos nutrientes y comidas procesadas.

Según la agencia de la ONU, el 42 por ciento de los adolescentes consumen bebidas carbonatadas al menos una vez al día, y el 46 por ciento ingieren al menos una vez por semana comida rápida. Las familias más pobres se ven abocadas a elegir alimentos de peor calidad pero que cuestan menos.