Junto con los 58,4 millones de matrimonios en niñas que tienen lugar de promedio cada lustro, esto supone que se alcanzará la cifra de 61 millones de este tipo de uniones en niñas y adolescentes en 2025.

Este incremento supone revertir 25 años de progreso en la lucha contra el matrimonio forzoso en niñas, alertó la organización.

A su juicio, la pandemia empuja además a más personas a caer en situación de pobreza, hecho que obliga a millones de niñas a trabajar para mantener a sus familias, quedarse sin comida, convertirse en las principales cuidadoras de familiares enfermos y abandonar la escuela, con muchas menos posibilidades que los niños de regresar a la situación previa.

Catalina Perazzo, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children, explicó que el “riesgo creciente de violencia y explotación sexual combinado con un aumento de la inseguridad alimentaria y económica lleva a que muchos padres y madres sientan que no tienen otra alternativa que obligar a sus hijas a casarse".

Adujo que estos matrimonios violan los derechos de las niñas y las dejan en mayor riesgo de depresión, violencia de por vida, discapacidades y riesgo de muerte, incluso durante el parto. Por eso, consideró que la prevención de la violencia contra las niñas debe ser "una prioridad para toda la sociedad internacional, sobre todo en los tiempos actuales en los que los avances de las últimas décadas en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres corren un serio peligro".

Según varios informes internacionales, el coronavirus ha provocado un aumento de la violencia de género en todo el mundo, y la ONG estima que una de cada 10 niñas ha sido víctima de ello. En lo referido a la escolarización, el cierre de los colegios por el impacto del coronavirus ha interrumpido la educación de 1.600 millones de niños y niñas.

"La experiencia durante el brote de ébola en 2018 nos lleva a estimar que muchas niñas nunca regresarán a clase, debido a la creciente presión para trabajar, el riesgo de matrimonio forzoso, la prohibición de que las niñas embarazadas asistan a la escuela y la pérdida de contacto con la educación", concluyó.