Birkenfeld, que trabaja en un centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) está de enhorabuena porque acaba de ser premiada con una beca de la cátedra L’Oréal-Unesco por sus investigaciones sobre enfermedades oculares explicó a Servimedia que "utilizamos la luz y los montajes ópticos para investigar el ojo. La idea subyacente es utilizar herramientas de física óptica para detectar el queratocono en sus primeros estados de desarrollo porque a pesar de ser incurable, se puede ralentizar o hasta parar. Es una enfermedad degenerativa y la detección temprana es clave para detener su progreso".

En España, esta patología afecta a uno de cada 2.000 habitantes, principalmente a los jóvenes, ya que suele aparecer entre los 16 y 25 años y no tiene curación, sólo se puede ralentizar sus efectos o realizar un trasplante de córnea.

Lo que hace Birkenfeld es "excitar la córnea para ver cómo reacciona y deducimos propiedades de su estructura biomecánica. Utilizamos fuentes de excitación no invasivos como un pulso de aire o sonido, y detectamos el movimiento de la cornea mediante laser, más concretamente utilizamos la tomografía de coherencia óptica, una técnica óptica basada en la interferencia de luz que permite tomar imágenes del ojo en 2D y 3D".

El trabajo de esta física es "muy emocionante" y explica que ya "tenemos en marcha un estudio con pacientes y estamos viendo los primeros resultados prometedores. El gran reto consiste en llevar nuestra investigación a los hospitales, hacerla realmente utilizable en las clínicas. Tenemos la suerte de formar parte de un proyecto europeo de innovación 'Imcustomeye' que está dirigido por la profesora Susana Marcos, y que favorece y estimula la transferencia de conocimiento teórico y experimental al mundo real, trasladando nuestras herramientas y tecnologías desde el laboratorio a los hospitales. Constituimos un sólido equipo, formado por colaboradores de diferentes países, que son líderes en sus áreas de investigación, así que soy optimista".

Sin embargo, reconoce que "las tecnologías experimentales necesitan mucho dinero para su desarrollo. Uno de nuestros objetivos principales es que la tecnología que desarrollamos sea accesible al mayor número de pacientes, tratando de mantener el coste del producto final lo más bajo posible".

Sobre el premio que acaba de recibir, 15.000 euros para su proyecto de investigación, dice que no se lo esperaba porque la competencia era importante y que le hace sentir "más aceptada como científica, como mujer en la ciencia, y también como científica extranjera que trabaja en España. Es algo realmente especial tener un reconocimiento como este, genera alegría, confianza y un viento de positividad que tanto necesitamos en estos tiempos grises".

Birkenfeld reivindica el trabajo en equipo y el nivel de la investigación española aunque reconoce que le llama la atención la poca importancia que en España se da a los investigadores. "En Alemania, mi tierra, se va al otro extremo y los profesores universitarios son tratados como figuras divinas. Como a menudo ocurre, la virtud está en el medio".

Su idea es quedarse a vivir en Madrid porque "es una ciudad muy especial" y confiesa que en cuanto llegó a la capital de España una de sus primeras búsquedas en Google fue "ONCE+Madrid porque conocía el enorme trabajo que hace esta organización con las personas deficientes visuales y ciegas".

Por último, anima a las chicas a que estudien Física como ella porque "la ciencia necesita diversidad en todos los sentidos. Estudiar física significa también aprender una determinada forma de pensar y de hacer frente a los problemas".